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Categoría: Instantánea

Ramsés Figueroa

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Ramsés Figueroa

33 años / México, Michoacán, Morelia

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Hidalgo, Mineral del Monte

Oficio: Docente, investigador, director teatral

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Infancia es destino, dicen. Yo provengo de un barrio popular de Morelia, Michoacán, una colonia que al día de hoy es conocida por el tráfico de drogas que se mueve en ese territorio. El teatro me sacó de ahí y me mostró el mundo. Un pedacito de él, pero un pedazo bastante grato. La primera vez que hice teatro fue con un grupo amateur, un conjunto de niñxs que jugábamos a imitar personajes famosos de la farándula; recuerdo que encontré en aquel juego una vastedad de posibilidades al «ser otro».
Luego, mi formación comenzó en el Centro de Educación Artística Miguel Bernal Jiménez, un bachillerato como pocos en el país porque busca realmente una formación integral del ser, sin duda fue una gran experiencia que comenzaría a nutrir mis referentes, a conocer, ejecutar y apreciar el arte. De ahí me nació el amor profundo al teatro, por lo que decidí estudiar la Licenciatura en Teatro en la Escuela Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. De esta etapa aprendí las bases del mismo y también el sentido de la colectividad, ahí conocí a mis mejores amigos con los que mantengo contacto y con los cuales eventualmente colaboro. Durante esa primera etapa de formación me fue trascendental integrarme a un grupo de teatro profesional que continúa en resistencia, la
Asociación Teatral Contrapeso. Ahí aprendería los sumos esfuerzos que hace por existir el teatro independiente.
Cuando egresé de la escuela vino lo realmente interesante. Viajar. Salir de mi ciudad de origen. Elegir es renunciar y yo debía renunciar a lo que tenía y me rodeaba, donde distanciarse de los afectos sería la factura más cara. Por aquella etapa pretendía devorarme al mundo, por lo que veía y leía todo el teatro que se me cruzaba, vi de todo. También me metía en todos los talleres, cursos, seminarios, conferencias, diplomados, etc. Viajé por casi todo el país y al extranjero, en gran medida por las redes que comencé a establecer y gracias a las manos amigas que me tendieron muchos colegas. Fue una etapa de sumo aprendizaje de la vida en la que el teatro seguía siendo mi brújula. De manera paralela generaba proyectos y los dirigía, ese fue mi lugar en el teatro tras una larga búsqueda. Luego comenzó la etapa como investigador y formador teatral y con ello se abrió un nuevo horizonte, que es donde me encuentro actualmente.
El teatro me cambió la vida y no es metáfora.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

Han ido cambiado mis anhelos en el devenir de mi vida y el teatro, sin duda. Cada que deseo algo y lo obtengo me viene otro deseo y así sucesivamente. Ya habría muerto si me sintiera satisfecho. Pero me sostiene siempre la pregunta: ¿Qué más hay? Y la pregunta apela a una búsqueda interna y externa. ¿Qué sigue en este bucle infinito de posibilidades que brinda la escena? ¿Qué otros encuentros, convivios, experiencias y redes me falta conocer? ¿El teatro es capaz de incidir y cambiar algo en alguien o en algo?
Las artes escénicas son efímeras y ello me fascina. Se quedan en la memoria y en el cuerpo. Luego entonces, gran parte de esos anhelos son difíciles de asir, incluso de pronunciar, pero existen. Mientras exista aliento habitarán las preguntas y viceversa.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Búsqueda, compromiso, diversidad.
Considero que toda práctica teatral es en sí misma única e irrepetible, es decir, singular, como lo es cada vez que ocurre el fenómeno del teatro. Pero, si es que debo pensar en una singularidad del teatro que he hecho hasta este momento, quizá sea la de incidir en los contextos en que se realiza y en las personas con que se comparte. Intento que sean experiencias trascendentales. Y por ende, transgredirme como creador, guía y persona.


-Búsqueda. Creo que no hay teatro más anquilosado y muerto que aquel que deja de buscar sean cuales sean sus características. Es importante saber que no hay obra terminada, se verifica en el presente cada vez y la constante búsqueda nos permite que se mantenga vivo.
-Compromiso. El teatro profesional requiere de disciplina y compromiso férreo consigo mismo y con la colectividad. El teatro sin ello, está destinado al fracaso o a la frustración. Nada más agotador que convencer a alguien de su compromiso con el teatro. El respeto a ese compromiso permite el soporte de un proyecto.
-Diversidad. Desde hace un tiempo opté por no formar una compañía de teatro estable, sino buscar resonancias en distintos contextos y personas con las cuales he emprendido proyectos de distinta índole. Eso ha tenido sus ventajas y desventajas, por supuesto. Pero a mí me ha permitido constatar esa diversidad de lenguajes, universos creativos, culturas e intereses que el teatro detona. Me ha enriquecido enormemente y lo atesoro.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

Nos dijeron que el teatro es reflejo de la sociedad. Pero también recordemos que es disidencia. El teatro nos recuerda la hora de nuestra muerte y nos hemos puesto de cara a ella. Como en la tragedia, hay desorden en el Cosmos y es necesario un nuevo orden. Hasta entonces sabremos con mayor certeza cuál será esa importancia del teatro en el devenir histórico. Estamos en medio de arenas movedizas en las que hemos encontrado paliativos para saciar nuestras ansias creativas o simplemente atenuar nuestras crisis económicas.
El teatro es y será, eso es lo único que sabemos con certeza. El formato podrá variar, podrá tener muchas acepciones, pero su presencia está íntimamente ligada a lo humano y en ese sentido es ya sumamente importante para todo momento o acontecimiento histórico.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

La política cultural respecto al teatro. Definitivamente.
No hemos sido reconocidos, respetados, ni visibilizados por la política cultural de este país. Más allá de los colores del partido en turno es importante que se generen cambios en la política cultural en favor de la comunidad artística. El trabajo que hace un artista profesional promedio es vasto y complejo, desde su formación hasta su ejecución e incidencia social y no está siendo remunerado de manera decente. Ni siquiera de manera precaria. Los apoyos simplemente son insuficientes para el número de artistas ubicados en este amplio territorio, por no hablar de la diversidad cultural poco reconocida por las instituciones.
Incluso aquellos que hemos sido beneficiados en alguna ocasión por las instituciones culturales, sabemos que es un espejismo que no te resuelve la vida y que es viable sólo durante el periodo convenido y que darle continuidad a los proyectos en turno, se vuelve una tarea titánica una vez concluido el apoyo. Ese camino nos ha llevado inevitablemente a la segmentación de la comunidad, a la constante frustración y a la precariedad como modelo de producción y de vida del artista. El cambio de paradigma debe ser mucho más complejo que el pensar la democratización de la cultura como una competencia de becas.
Se han realizado importantes iniciativas para generar cambios en las políticas culturales que contemplen el derecho a la salud y la seguridad laboral para los artistas, pero lo cierto es que no ha sido fácil. Que incluso se tergiversa el concepto de artista y se piensa que somos un grupo privilegiado de la sociedad. El camino hacia la incidencia en la política pública es largo y tortuoso, pero siempre detrás del nombre de una institución hay personas que la representan.
Y todxs tenemos los mismos derechos.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Resistencia, persistencia e incidencia.
No se ven venir buenos tiempos y hay que estar preparados para ello. Considero que llegué a la docencia muy joven y que de a poco he ido reconociendo el gran compromiso que conlleva, es decir, soy parte de una plantilla docente que genera constantemente una matrícula de egresados destinados al desempleo. Es crudo, pero es real y no depende sólo de la buena o la mala voluntad. De la buena o la mala formación. Es mucho más complejo que eso.
El campo laboral en el ámbito cultural es desolador desde la política pública y el sector privado es sumamente elitista. Es menester de las nuevas generaciones no sólo preocuparse, sino ocuparse en generar proyectos propios o saber insertarse en otros. La posible vía en principio es el trabajo en colectivo; la rigurosidad, empeño y profesionalismo en su quehacer, bajo el desarrollo de un pensamiento crítico. Sin ello, no lograrán generar un largo aliento tan necesario para afrontar estos tiempos y los venideros.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?


A todxs nos ha impactado de una u otra manera esté fenómeno histórico llamado pandemia. Jamás se me habría ocurrido pensar que viviría algo así. Evidentemente esto ha afectado al teatro, a las artes escénicas y a la vida cotidiana. Pero sobre todo ha afectado la economía del artista de por sí ya endeble. Esto ha resaltado aún más las diferencias sociales en muchos aspectos y hemos reconocido nuestros pequeños privilegios. Nos ha puesto de cara a la muerte y hemos repensado el concepto de lo indispensable. El tiempo y los hábitos se han trastornado. La ansiedad es el pan de todos los días para muchos. La depresión es la sombra tras la puerta. Se han modificado los afectos y, sobre todo, se ha condicionado el quehacer cotidiano.
Nos ha alejado de las salas de teatro y con ello nos ha sembrado un hueco profundo, una nostalgia constante, un anhelo que nos sostiene a la esperanza de volver a cantar la tercera llamada.
¿Qué deseo? Salud para la comunidad. Deseo que el reencuentro sea responsable, pero que sí suceda. Deseo que ese encuentro sea trascendental porque la celebración principal será la vida.

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Alberto Ontiveros

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Alberto Ontiveros

42 años / México, Nuevo León, Linares

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Nuevo León, Monterrey

Oficio: Director

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Desde niño me sentí atraído hacia el arte, sobre todo la pintura y las películas (mi padre trabajó muchos años como anticuario -la casa siempre atiborrada de objetos raros-. Si tengo que decir alguna razón por la cual llegué al escenario supongo que es por mi papá). Pensé en hacer cine, creí conveniente iniciar en una escuela de teatro y ahí hubo algo que me resultó más gratificante: de entrada mis maestros, algunos habían sido «chicos del 68», el teatro y la política, conocer a Brecht más que a todos, después claro esa cercanía entre la escena y los espectadores, las y los performers descarnándose cada presentación, la antropología, la plástica contemporánea, descubrir el arte acción, etc.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

¿Cómo articular un discurso para esta región, el noreste de nuestro país, detonado desde el arte contemporáneo? ¿Cómo hacer que nuestro trabajo sea un punto que incite a la reflexión en los espectadores? ¿La dinámica de trabajo en nuestro grupo es la correcta para cada proyecto? ¿Por qué seguir haciendo teatro y no otra actividad artística?

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Memoria, política, aridoestética.
Desarrollamos una forma de entablar diálogo con los espectadores de nuestra zona geográfica, hacemos teatro para esta región que no regional (siempre detenido en el folclore), le hablamos a las y los espectadores de este tiempo, el arte contemporáneo como uno de los ejes centrales del trabajo.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

El momento es idóneo para contemplarnos en tanto seres humanos vulnerables, complejos, incoherentes. En eso el teatro tiene un par de miles de años insistiendo, nuestra debilidad deviene en arte.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Las dinámicas de acercamiento/distanciamiento entre la escena y las y los espectadores, desde formación de un público hasta las diferentes formas de promoción del trabajo de todos los grupos: independientes, comerciales, gubernamentales, etc.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Qué sea una generación mucho más crítica, mucho más comprometida/convencida con poder cambiar eso qué no les gusta.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Nunca hemos estado cerrados a otras posibilidades de la teatralidad. En Sobre Ofelia una flor de Fernanda del Monte, tuvimos la oportunidad de investigar otros lenguajes, virtuales, performativos, apelamos a generar otro tipo de empatía con el otro, que ahora está detrás de la pantalla, ¿Cómo hacer prácticas de lo real vía Zoom?
Este tipo de experimentaciones no hubieran sido posibles (al menos para nosotros en la Compañía Gorguz Teatro) de no ser por la cuarentena. Tal vez necesitaremos regresar a los orígenes, hablar alrededor de una fogata, narrar qué tal nos fue, temblar del miedo, sonreír de esperanza, vestirnos con ramas y flores honrando a los que no pudieron estar y así danzar la vida que, a fin de cuentas, eso es el teatro: una celebración.

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Francis Palomares

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Francis Palomares

41 años / México, Sonora, Hermosillo

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): Con la Compañía Nacional de Teatro, México

Oficio: Productora ejecutiva, actriz en pausa indefinida, programadora, tour manager nacional e internacional

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

No pertenezco a una familia de artistas, pero mi papá me llevó al teatro de niña en cada oportunidad y me resultaba un mundo fascinante. Presenté primero ese examen para entrar a la UNAM, segura que no quedaría, y quedé. Ya no presenté los 3 exámenes programados donde aplicaba para estudiar medicina.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

¿Qué queremos decir? ¿Cómo hacemos para estremecer al que nos ve cuando le llevamos este mensaje? ¿Cómo construimos una ficción simple y contundente en el mundo de hoy?

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Empatía, convicción, necedad.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

El teatro es la verdad alterna que confronta. Es al teatro al que le toca dialogar artísticamente, con convicción y con libertad, sobre lo que nos sucede como sociedad, para crear un imaginario colectivo consciente.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Son tiempos que no viví antes, que trato de descifrar. Siento que debemos regresar al sentido de comunidad al que nos obliga el teatro, juntarnos para crear.
Pienso que recibir un poco a cada quién, consigue pequeños esfuerzos. Si juntamos cada poquito, suceden las grandes cosas.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Que busquen sus propias maneras y las defiendan con cariño y respeto a sus antecesores.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

He tenido la fortuna de participar en varias experiencias pseudo-teatrales en la pandemia y creo con convicción que hay encuentro sin reunión, que los acontecimientos en vivo crean una versión de la ficción que es interesante explorar.
Cuando regresemos, ya veremos…

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Víctor Hernández

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Víctor Hernández

33 años / México, Nuevo León, Santa Catarina

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Nuevo León

Oficio: Actor, director, dramaturgo

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

En tercero de secundaria no quería ir a la escuela, ya trabajaba. Tenía casi todas las materias reprobadas. El maestro de artísticas me dijo que si le ayudaba como maestro de ceremonias, como orador, bailando y actuando en las prácticas teatrales, él hablaría con los maestros para que me ayudaran con trabajos para pasar el año. Fueron 6 meses intensos de actividades artísticas y ahí fue donde por primera vez el teatro llamó totalmente mi atención.
Inicié después de intentar encontrar mi destino en el sueño americano durante un año de estadía trabajando como inmigrante en Texas cuando tenía 17 años. A los 18 desistí de los Estados Unidos porque todo se condicionaba al trabajo y a la idealización del futuro. Regresé a México buscando recuperar mi espacio de fluidez con la vida y fue que encontré la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Allí me relacioné con muchas dinámicas que me permitían confrontar esa sistematización de la vida a la que estaba expuesto y de la que creía que era mi destino.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

En mi trabajo se han presentado las interrogantes que surgen de los cruces liminales que se viven de la infancia a la adolescencia y de la adolescencia a la adultez, con acontecimientos autobiográficos que se relacionan con el contexto geográfico y social en el cual habito.
En cuanto a los anhelos siento que siempre han sido el entendimiento de quién soy. Siento que los resultados de la confrontación con la realidad a la que me he sometido en cada proyecto que se relaciona con mi evolución de vida me colocan en un ciclo interminable.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Memoria, obsesión, fascinación.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

Siento que es como si observáramos la realidad a través de una ventana. Esto les ha permitido a los creadores repensar la realidad desde esta limitante, tomar una pausa contenida para asomarse por ese hueco y desde adentro tomar un poco de aire.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Las estructuras y los formatos hegemónicos demasiado concebidos que limitan la percepción del espectador y delimitan que es teatro y que no.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Les deseo que atiendan a sus impulsos.
Les deseo que se aventuren a recorrer las áreas del teatro que no dominan, que no se limiten frente al miedo que surge al no dominar cierta área.
Les deseo que caminen por las calles con los sentidos agudizados para que tengan una mejor lectura de ellas y con esto alimenten sus obsesiones creativas.
Les deseo que sean como los filósofos peripatéticos.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Me he resguardado construyendo ideas y fantaseando creaciones habitando los cerros que recorrí en la infancia. Desde este espacio íntimo de individualidad que me vio crecer espero con ansia que estas fantasías puedan encontrar salida en escenarios de otras latitudes del país. Sin embargo, después de cinco meses he decidido atender a mis impulsos creativos sumándome a la experimentación de lenguajes audiovisuales dirigiendo la lectura de un texto para la Joven Semana de la Dramaturgia.

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Araceli Inés Pszemiarower

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Araceli Inés Pszemiarower

51 años / Argentina, Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Quintana Roo, Cancún

Oficio: Titiritera

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Comencé a los 22 años como escultora integrante del taller de realización de la Compañía Libertablas. Durante 23 años me dediqué exclusivamente a la elaboración de títeres y escenografías. En el año 2015, ya en Cancún, decidí subir al escenario como actriz titiritera, escribiendo o adaptando las obras que presento y realizando los objetos que requieran. También ejerzo como Maestra de títeres, para niñxs, jóvenes y adultxs.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

Me considero una militante de la educación artística: Confío que introducirse en cualquier expresión artística hace a las personas más íntegras, más solidarias y más felices. Aunque monto obras para todo público, siempre el objetivo es reflexionar con la niñez acerca del mundo en que vivimos, bregando por un mundo más justo.
Mi intención es llevar historias con contenido y valores a los lugares donde hay poco acceso a la cultura. Un teatrino portátil me permite estar en las escuelas, en las comunidades, en los parques o en cualquier tipo de evento.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Comunicación, esperanza, diversión.
El teatro de títeres permite un acercamiento muy directo con niñxs «de todas las edades»: es natural el juego de dar vida a un objeto, por lo que es más sencillo integrar un mensaje, una intención en cada presentación.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

El teatro sirve para vernos descarnadamente, es un espejo que permite identificarnos y reflexionar acerca de nosotrxs mismxs.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Creo que es importante que el teatro vaya a donde están las personas, en vez de esperar a que el público llegue a las salas. Por eso considero importante la inversión en festivales y encuentros que giren por los rincones más olvidados que en construir enormes y hermosas salas para un público limitado.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Una educación y formación amplia, con acceso a mucha información pero con herramientas para reflexionar.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

He realizado alguna función on line, pero no siento que reemplace una presentación en vivo, por lo que no busco este tipo de encuentros, lo que me ha dejado bastante a la deriva… He convertido una obra en un audio-cuento para que no se detenga el flujo de la comunicación.
Espero montar una obra con mojigangas en espacios abiertos para mantener los protocolos y experimentar el teatro en grandes dimensiones.

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David Hevia Garibay

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

David Hevia Garibay

56 años / Ciudad de México

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): Ciudad de México

Oficio: Actor, director, docente de teatro

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Inicialmente quería estudiar Filosofía; leyendo a Albert Camus y a Sartre con sus obras de teatro se me abrió un mundo de ideas vivas. Escribí mi primera obra terminando la prepa y me dediqué un año a llevar a escena mis ideas de forma autodidacta, más tarde formalicé mis estudios de Teatro en el Centro Universitario de Teatro. Desde entonces ha sido la única disciplina que tengo en la vida.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

La pregunta que más me ocupa es la pertinencia de llevar una u otra obra a escena que esté vinculada a los temas que vive la sociedad. Para mí el teatro es el espacio de la fantasía social. Es un vehículo emancipador que genera y comparte conocimiento de lo humano. Un anhelo es vivir del teatro y hasta ahora lo he logrado y lo sigo procurando.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Provocación, conocimiento y dicha.
El estar en presente creando ficción frente a la mirada del otro.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

La posibilidad de incidir en las formas en que percibimos la realidad, provocar el pensamiento crítico y sobre todo la importancia del convivio, la noción de comunidad para la construcción de esperanza o, mejor dicho, de alternativas emancipadoras.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Sobre todo los sistemas de producción, que fuesen más acordes a los contenidos. El modelo de temporadas y buscar la formación de elencos estables y compañías de repertorio.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Que tengan la dicha de hacer teatro y que su trabajo sea dignamente remunerado. Para que puedan así mantener un compromiso con el escenario y no se vean en la necesidad de emigrar a otras medios y trabajos fuera del escenario.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Personalmente enfrento esta situación con paciencia, enriqueciendo mi acervo cultural y mi reserva espiritual y filosófica, de manera que para cuando regresemos, podamos ofrecerle al público un espacio de fantasía social y el sentido de la presencia, fortalecer la experiencia del encuentro por medio de la ficción.
Poder ofrecer el arte del estar en el aquí y el ahora frente a la mirada.

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Shoshana Polanco

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Shoshana Polanco

50 años / Argentina, Buenos Aires

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): Ciudad de México

Oficio: Productora, gestora

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Inicié como actriz y luego me fui interesando por el detrás de escena. Llegué a la producción y programación sin haberlo planeado y al darme cuenta de lo mucho que lo disfrutaba, decidí dejar de actuar y continuar por ese camino.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

Disfruto mucho cuando puedo conocer otras formas de hacer teatro, por lo tanto, siempre siento curiosidad por descubrir artistas y gestores de diversas partes del mundo. Me gusta conectar con colegas en todo el mundo y a la vez facilitar la conexión de esos colegas con mi comunidad local.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Puentes, multiplicidad, curiosidad.
Mi práctica no es singular ni distinta a las de otros colegas que también van por el mismo camino. Ha habido gente que me ha mostrado y compartido ese camino que yo ahora recorro y que me gusta también compartir con quienes van llegando.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

Los artistas están buscando maneras en las que pueden seguir creando y haciendo llegar sus creaciones a sus públicos. Como productora y gestora me emociona acompañarles.
Gestores y productores en todo el mundo nos estamos haciendo muchas preguntas acerca de nuestro quehacer, y es importante este momento ya que nos obliga a detenernos, observar, pensar, y proponer cambios que en algunos casos serán radicales y dejarán una marca profunda.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Más espacio y tiempo remunerado para experimentar y menos prisa por ofrecer un producto terminado. Este tiempo y espacio no debería ser solamente para los artistas y su investigación, sino también para todos los involucrados en el proceso teatral (incluyendo los edificios que alojan dichos proyectos y todas las personas que trabajan para la existencia de esos espacios físicos y ahora virtuales).

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Libertad para reinventarse las veces que sea necesario.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Extraño mucho el espacio físico teatral, pero apoyo todos los esfuerzos que estamos haciendo como comunidad a nivel mundial para seguir haciendo teatro en los espacios virtuales.
Me siento orgullosa de pertenecer a esta gran familia y siento que estamos avanzando y que cuando volvamos a estar juntos habremos crecido enormemente. Ya no seremos los mismos y volveremos a encontrarnos con la riqueza de haber aprendido a sobrevivir una enorme crisis.

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Josafat Aguilar Rodríguez

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Josafat Aguilar Rodríguez

38 años / Ciudad de México

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): Ciudad de México

Oficio: Director, productor teatral

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

En la preparatoria, cuando uno tiene que decidir lo que va a estudiar de manera profesional y a su vez, a lo que uno se va a dedicar el resto de su vida, tenía muy «claro» el querer estudiar biología con una especialidad en fauna marina. Poco después vino la huelga de 9 meses en la UNAM y mi vida cambió. Durante ese tiempo, tomé talleres de fotografía, guión cinematográfico y narrativa. Eso me dejó claro que la biología no era a lo que me quería dedicar el resto de mi vida. Sabía que me gustaba contar historias y estar envuelto permanentemente en procesos lúdicos y creativos rodeado de otras personas y donde el fin utilitario no fuese necesariamente primordial. Aunque las primeras opciones eran la fotografía y el cine había algo que no me terminaba de atrapar en ellas.
Tiempo después tuve conciencia que el proceso creativo «en vivo» -de jugar- donde estuvieran incluidas muchas personas (espectador-público) era lo que me gustaba. Así como, igualmente fascinante, la posibilidad que te da el Teatro de volver a vivir lo mismo cada función y quizá hacerlo mejor o menos mal.
Me dedico al teatro de manera profesional porque creo que en el entorno actual donde la sociedad está «alienada» y profundamente automatizada, sobre todo por la fuerza de control que ejercen los medios audiovisuales que constantemente nos bombardean el sentido de la vida y el oído, el Teatro se vuelve necesario, refrescante y vital para «desintoxicar» la percepción y construcción permanente de la sociedad. Tanto a nivel individual como colectivo.
En un entorno donde la inteligencia artificial, la realidad inmersiva y virtual, el Teatro no quedará en el olvido ni será obsoleto, todo lo contrario, la estima y valoración del ser humano para poder realizar el suceso escénico será cada vez más valorado.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

En tanto que el teatro termina de suceder siempre y en todo lugar en el espectador, mi práctica escénica se alimenta al tratar de ser lo más asertivo posible en torno a qué estímulo visual y sonoro y qué convención ficcional escoger en una creación escénica determinada.
Me cuestiono permanentemente durante todo el proceso, incluso después del estreno, si será adecuada tal convención teatral para un espectador que está sobrestimulado en términos visuales y sonoros para poder captar francamente sus sentidos y poder transmitir algún discurso en específico que le ayude a «des-automatizarse» como individuo y a conectar más allá del hecho de comportarse como un ser autómata que sólo genera deuda monetaria por el placer insaciable de consumir y consumir vorazmente.
Anhelo que la sociedad valore más el esfuerzo creativo que implica presentar un hecho efímero y lúdico que busca desautomatizar la realidad en pro del bien común.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Desautomatizar, efímero, compartir.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

La importancia del hecho teatral en el contexto actual es que nos hace recordar cognitiva y sensitivamente que somos materia, espíritu, finitos y que necesitamos del contacto con el otro humano. Por otro lado, no considerar menor una de las más complejas características de nuestro espectador.
Estamos ante uno acostumbrado a una narrativa visual vertiginosa. Si ese elemento uno lo omite al realizar una puesta en escena, puede pagar caro porque si no está sincronizado con esa cualidad de percepción, puede simplemente no conectar con el público. Y no porque no sea pertinente el discurso o el enunciado escénico, simplemente porque no llegó.
Otro elemento es el tipo de síntesis al cual está acostumbrado el espectador. No es el mismo tipo de síntesis la de un meme, que la de una escena teatral. En esta realidad construida por nuestra sociedad que cada vez está más circunscrita a una pantalla de celular, tableta, computadora o pantalla inteligente, el Teatro desautomatiza y nos vuelva a recordar que somos materia.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

1. La sociedad no es una en su totalidad, es sólo una abstracción. Hay muchas micro sociedades que la conforman. En ese sentido, nos hace falta «hacer un estudio de campo» más asertivo para conocer, por un lado, a cual nos interesa dirigirnos y por otro, saber con cual nos interesa construir un diálogo.

2. Tengo la impresión de que muchas veces, el creador escénico genera su impulso creativo y de contacto con el público desde la premisa aleccionadora de que el creador teatral sí sabe, conoce la realidad y de lo que adolece y lo que hay que cambiar. Lamentablemente esa actitud, un tanto soberbia, lo aleja del público.

3. En torno a la educación, la profesionalización teatral es muy asimétrica en el país. Es necesario fomentar una mayor profesionalización.

4. Fortalecer las redes y la movilidad de las puestas en escena. En un país tan grande y diverso, mientras tenga un rigor de calidad la puesta en escena, tiene cabida casi cualquier discurso.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Deseo que no dejen de cuestionarse todo lo que conforma la visión de mundo de la realidad que les tocó vivir. Así como que no olviden, que la parte lúdica y de contacto con el otro, es lo más importante para el hecho escénico.

No dejar de intentar conectar con el otro porque en la convivencia es que se concreta y toma sentido nuestra realidad, nuestro día a día.
Una vez que pasemos el problema del confinamiento, que no se les ocurra hacer obras de teatro sobre el encierro. Se necesitará algo lúdico, ligero y esperanzador con mucha luz.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Antonin Artaud asevera: «La confusión es el signo de todos los tiempos». En ese sentido, somos testigos y parte del advenimiento de una nueva sociedad. Una nueva era que traerá nuevos retos. Somos «afortunados» de vivir la transición. Eso lleva de la mano la responsabilidad, es decir, responder con habilidad ante los nuevos retos que eso conlleva.

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Sayuri Navarro

Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Sayuri Navarro

28 años / San Luis Potosí, S.L.P.

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): San Luis Potosí

Oficio: Creadora escénica

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Por una clase que tome mientras estudiaba comunicación, luego lo deje todo para dedicarme solo a eso. Por dos años estuve en un laboratorio de arte y tecnología donde hacíamos performance, hasta que conocí a Darío y sentí que el teatro también me abrazo.
Decidí dedicarme al teatro porque fue el primer sitio donde me sentí libre, consciente, incluso revolucionaria, donde se podían leer las convenciones como contratos que se pueden construir y romper en cualquier momento, donde yo me podía romper y volver a construir en cualquier momento.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

¿Cómo ir más allá del tiempo y el espacio? ¿Qué es el ahora? ¿Qué es una acción? ¿Cómo performo la realidad? ¿Qué es lo más sincera que puedo ser? ¿Puedo decir la verdad? ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la mentira? ¿Cómo se construye la intimidad? ¿Qué es la poesía? ¿Qué es el teatro? ¿Qué es el teatro? ¿Qué es el teatro?
Todas las preguntas se repiten una y otra vez y la respuesta nunca es fija, depende del día, la hora, el estado emocional, el cielo, las personas o la soledad, siempre cambia.
Anhelo seguir aprendiendo del teatro y las personas, anhelo que el teatro con todo lo que yo encuentro en él y más, sea una práctica para todas y todos, una posibilidad poética y política para apropiarnos de la realidad.

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

COMPAÑÍA, VOLUNTAD, CAMINO.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

Creo que, como siempre, es un espacio para ensayar la realidad, para visibilizar el dispositivo social y profanarlo; para apropiarnos de la realidad y de nuestras representaciones, para encontrarnos, para mirarnos, para volver a empezar.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Creo que podría intentar no categorizarlo todo.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Que sean fieles a ellos mismos. Que escuchen y aprendan de todo, que no cancelen las prácticas de los demás y que construyan la propia, con cuidado, con conciencia, con audacia y con cariño.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Siempre es más fácil ver algo cuando no está, su ausencia te hace notar su peso, sus acciones, su esencia, ahora que el teatro, tal y como lo conocíamos, no está, para mí está más presente que nunca, trato de reconstruirlo y entenderlo cada día, como cuando te despiertas por la mañana y tratas de recordar y descifrar tus sueños y, tal cual, a veces alcanzo a ver algo y a veces nada, pero practico.
Deseo que cuando volvamos a estar juntos nada vuelva a ser como antes, que el teatro recuerde todo lo que se expandió desde el primer día de la cuarentena hasta el último y nosotros también, que nos apropiemos de nuestros cuerpos y de lo que es importante para ellos, que volvamos a tener un hogar donde parar el mundo, que la distancia ya no sea un problema y que la cercanía sea siempre un regalo, un presente amplio donde habitar y compartir.

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Instantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.

Bryant Caballero

37 años / México, Yucatán, Mérida

Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Yucatán, Mérida

Oficio: Teatrero

¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?

Por descarte de talleres optativos en el bachillerato. Más bien el teatro me eligió. Son varias anécdotas que lo confirman.

¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?

¿Cómo y desde dónde usar el teatro para una mejor realidad? ¿Cuáles son sus límites? ¿Qué posibilidades hay después de ese límite?

Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?

Cuir, zapatista y tecnovivial.

¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?

Su importancia será la misma de siempre: Relativa. Mucha para ciertas realidades, poca o nada para una mayoría, pero siempre acompañando el andar humano.
Lo que creo debemos atender son las tareas del teatro frente al momento histórico. Y percibo dos que vendrán de asumir el cisma: reforma y contrarreforma. 1. Avanzar hacia un teatro más recalcitrantemente teatral. Que persiga la senda grotowskiana de un teatro pobre, auténtico. 2. Avanzar hacia un no teatro más promiscuo y rico. Que persiga la senda transdisciplinaria, indisciplinaria.

¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?

Todo.

¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?

Les deseo amplitud de mirada, frente a los problemas del mundo; y digna rabia, para después de entenderlos, enfrentarlos.

Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?

Queda claro que quienes elaboraron este cuestionario perseguirán la contrarreforma. Creyendo que hemos dejado de estar. El encuentro también es tecnovivial para algunas conciencias. Para quienes no, les deseo mucha serenidad y paciencia, el mundo ya no volverá a permitirnos ese «estar» como antes lo entendíamos.

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