¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
A los 15 años me enamoré del teatro. Fue un amor de prepa.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
Seguir haciendo y promoviendo teatro desde la autonomía, la descentralización y en pertenencia a una familia escénica. En este caso es Trilobite Teatro.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Pienso en palabras como auténtico, colectivo y en resistencia.
No me interesa pensar mi quehacer como algo que aspira a ser distinto.
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
Es el único arte que todavía no se puede bajar de internet. Y no me refiero a las experiencias virtuales… sabes a lo que me refiero ¿no?
¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?
El ego, las prácticas basadas en fórmulas patriarcales y eurocéntricas.
¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?
Que crean en lo que somos como comunidad y se sientan orgullosas de pertenecer a este grupo de kamikazes.
Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?
Aquí en Oaxaca eso ya sucedió. Lo que ocurrió es que al escuchar el aplauso recordamos porque hacemos y amamos al teatro con tal profundidad.