¿Qué es estar, si no se está con una misma? El corazón calentado a gas palpita lentamente, intensa circulación, intensas juntas, intensas personas que deciden montar la obra. Es el único y mayor timo del siglo en tres actos (Tzara, 1921).

Es una perorata sin sentido aparente, entre distintos órganos contenidos en un cuerpo. Fue el pretexto escénico ideal que hizo más llevadero el confinamiento y que tuvo dos intenciones iniciales: la primera, continuar con el entrenamiento de una comunicóloga/actriz en formación (virtual) y la segunda, el decantamiento escénico y sus formatos varios a los que nos orilló la presente situación mundial. Para esta agrupación teatral, el teatro siempre había sido el arte de la presencia de las cuerpas, tras año y medio, nos atrevemos a pensar que el teatro es el arte del encuentro, ya sé convivial o tecnovivial. Ahora, regresa El corazón a gas, anhelando ser incendiario del resto de los órganos.