¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
Un día, haciendo «El enfermo imaginario» en la prepa, me di cuenta que haciendo ciertas cosas en ciertos momentos, el público se impresionaba. Era más fácil eso que la Bioquímica. Y años después llegué con Margules y cuando me di cuenta ya era un profesional. Pronto me dedicaré a otra cosa.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
La poesía y la filosofía son mi verdadera vocación. Como ya soy un poco mayor, prefiero volcarlas en asuntos escénicos.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
La(s) comuna(s) vive(n).
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
Construir escenarios para problematizar lo común entre la gente.