¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
Mi encuentro con las artes fue en la secundaria y el bachillerato del Centro de Estudios Artísticos, desde ahí conocí y me enamoré del teatro y decidí dedicarme a ello.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
Mi práctica es alimentada siempre por las nuevas experiencias, sobre todo con relación a las jóvenes audiencias y a la profesionalización del área a la que me dedico.
Mi anhelo es poder generar espacios dedicados específicamente a las jóvenes audiencias, así como generar escuelas especializadas en producción escénica.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Respeto. Servicio al otro.
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
El encuentro presencial con el otro para generar espacios de convivencia sana y respetuosa.
¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?
La poca importancia en generar nuevos públicos y puestas en escena para públicos específicos.
¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?
Que su arte sea respetuoso y respetado. Que se le dé a la cultura la importancia que en realidad tiene.
Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?
Buscando estrategias para generar encuentros seguros, aunque sea de puerta en puerta a dos o tres personas.
Deseo que se impulse la cultura y se le dé el respeto y la importancia que merece.