Anhelo que no se me acabe el entusiasmo ni la curiosidad, la disciplina para crear obras que sean dignas de ser compartidas. Quiero encarnar personajes...
Leer másInstantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.
Omar García Sandoval
38 años / México, Ciudad de México
Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Ciudad de México
Oficio: Profesor, investigador, actor, bailarín, psicoterapeuta
¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
Es fácil para mí responder esto, pero la respuesta no alcanza a ser precisa: cuando era niño, jugaba a que hacía «locuras» para que mis primos y hermanos me vieran, y no para que admiraran mi posible destreza o se asombraran con mi posible fuerza, sino para que les gustara, nada más, para que sintieran «algo», los primeros recuerdos sobre esto se remontan a mis escasos cinco años, luego supe (como a los once años, en la secundaria), que eso «se llamaba teatro».
Ya la iniciación pudo darse formalmente hasta mis quince años en la Preparatoria 3 en el grupo estudiantil de teatro; siento que, como que no inicié en la disciplina teatral, sino que soy Actor desde que tengo consciencia, porque no he sabido (gracias miles a Dios) cómo se siente no serlo. Y eso me lleva a responder que decidí dedicarme a la ejecución actoral teatral porque no tenía otro remedio más que ser yo mismo.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
Muchas inquietudes: ¿Cómo conseguiremos los y las ejecutantes actorales establecer novedosos criterios de codificación artística, sin el uso de otros lenguajes y con el uso de otros lenguajes? ¿Queremos y querremos conseguirlo? Y si es con otros lenguajes, ¿cómo sería con las Tecnologías de la Información y Comunicación?
El gran anhelo que contemplo es el de la LIBERACIÓN de todes las y los ejecutantes escénicos -particularmente de quienes somos Actores y Actrices-, cuyo movimiento ha dado inicio en Latinoamérica para el mundo: la Modernidad nos ha colocado en la inapropiada nomenclatura de intérpretes, ¡no somos intérpretes! SOMOS CREADORES, somos ejecutantes, somos constructores de discursos claros y definidos cuyos códigos son inherentes y suficientes al arte u oficio que practicamos.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Presencia presente teatral.
Desde hace quince años vengo realizando una investigación (artística, escénica y teórica) sobre la cualidad de Presente del Teatro, para ello realice estudios de maestría en Investigación Gestalt, impulso que sentí (estudiar Gestalt) desde que fui discípulo del Maestro Rodolfo Valencia en el Colegio de Teatro de la Facultad de Filosofía de la UNAM; si bien tenía el antecedente de mi preparación en licenciatura con mi maestro, al estudiar directa y profundamente Gestalt, se me abrió un panorama vasto sobre la fenomenología, la estética y el arte, esta condición de Presente ha cobrado dimensiones no esperadas y me ha llevado a formular distintos, diversos y diferentes planteamientos sobre lo que mi maestro llamó Especificidad del Lenguaje del Actor, inevitable y dolorosamente he tenido que avanzar sobre las vigentes y actuales investigaciones en Gestalt y además adentrarme en Neurociencias y en Ciencias de la Complejidad, y dejar las enseñanzas de Valencia en su propio contexto, para poder comprender lo que actualmente atravesamos los creadores actorales, todo esto se verá materializado (confío) con mi investigación doctoral, misma que está a un año de concluir en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (en el DAVEI, Doctorado de Artes Visuales, Escénicas e Interdisciplina) que, en suma, trata del Lenguaje Actoral, fenoménica, epistemia, arte y estética, cuyo vértice es lo que he llamado Presencia Presente del/a Actor/Actriz.
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
La respuesta es inevitablemente política, porque es mi postura frente al mundo y con lo que al mundo me entrego. No sé nada más que Teatro, luego, desde la singularidad de mi oficio, la importancia es crucial, porque activamos la consciencia sobre el entramado de las circunstancias y las vicisitudes humanas, pero debemos entender esta consciencia no como una reflexión cognitiva, sino como una consciencia de la carne, esa que se asemeja al hambre, pero que no es hambre ni deseo nada más, sino un querer satisfacer la incógnita (lo que de cognitivo no alcanza a reconocer la cognición propia), esa es la consciencia a la que apunto; porque no se trata de atravesar una crisis pandémica global nada más, sino de cómo esa crisis activa políticas económicas y administrativas excluyentes y fascistas; el lenguaje teatral es crucial, necesario, para mí importante y crucial, para otros quizá no lo es.
¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?
Las hegemonías heredadas del siglo XX. A medida que actores y actrices tomemos consciencia y avancemos hacia la liberación de nuestro lenguaje, en tanto que sujetos políticos, epistémicos y – ¡claro! – artísticos, derribaremos las hegemonías teatrales del siglo pasado (epítome de la Modernidad), y, por fin, seremos los estructuradores de nuestro ser-en-sí, porque recuperaremos nuestro ser-para-sí, continuando con la apertura para dialogar y discurrir hacia la comunidad (ser-para-otro).
¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?
¡La liberación creativa!
Ojo… no la Libertad, esa pugna se consiguió y nos colocó en la categoría de intérprete (quien traslada un lenguaje a otro, donde inevitablemente la pureza y la originalidad siempre permanecerá en la lingua franca o canónica).
Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?
Sigo investigando para la escrituración de mi tesis, y, como soy Actor, pues me pican los dedos por presentar mi oficio, he tenido la fortuna de que pude presentar funciones de mi trabajo en el Teatro de la Ciudad del Sistema de Teatros de la Ciudad de México; imparto actuación en la UNAM, en el Colegio de Teatro de Filosofía, entonces, sigo aplicando las nociones halladas al compartir conocimientos en clases a distancia con los alumnos y alumnas; sé muy bien y de primera mano que el oficio actoral puede aplicarse y dialogar con otros lenguajes, el cinemático, el televisivo, el video gráfico, etc.
También aplico en estos otros terrenos planteando cómo funciona con las Tecnologías de la Información; y, finalmente, respiro y tomo consciencia de la situación, acompañado de mis colegas actores y actrices cercanos y con quienes vamos preparando ya nuestro reencuentro.
Deseo que sea tal cual ha de ser, encontrándome con el/la otre para sentir-nos cerca.
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