Al inicio de la cuarentena de 2020, Liliana Porter y Ana Tiscornia tuvieron la iniciativa de hacer una obra de teatro que explora las posibilidades artísticas y los límites de la producción en el encierro artístico. La propuesta fue producida y editada por actores y actrices argentinos en Buenos Aires, dirigida a distancia, y editada en tiempo record. Es un ejemplo de la creatividad bajo constricciones de la pandemia del coronavirus, y un ensayo de la experimentación con la condición del relato, la cesión de autoría y la función de la imagen fetiche, de la obra de las dos artistas sudamericanas radicadas en Nueva York.
Teatro de primera mano para tiempos nuevos es una obra a distancia filmada con teléfonos celulares. Fue realizada en el mes de marzo de 2020, entre Buenos Aires, New Paltz y Rhinebeck.
El teatro como ausencia
Texto de Jorge Dubatti
En paralelo | Instagram Live
Con las artistas Liliana Porter y Ana Tiscornia y la Dra. Didanwy Kent
8 de mayo, 17:00 h
El teatro como ausencia
Jorge Dubatti
La significativa y bella experiencia que proponen Liliana Porter y Ana Tiscornia (resultado del reflejo inmediato, lúdico, a las instancias iniciales del aislamiento) no sustituye el “viejo” teatro por uno “nuevo”, sino que descarnada, patéticamente pone en primer plano la entidad de la ausencia del teatro: el teatro como ausencia.
Este video es un dispositivo poderoso para expresar el poder del teatro cuando está ausente, cuando no se puede hacer acontecer ese tesoro cultural de la humanidad que es el acontecimiento teatral. Hace sentir esa ausencia como una herida. Contrasta implícitamente todo lo que efectivamente se hace con lo que no se puede hacer por proscripción y no se nombra. Evoca la experiencia teatral desde un callado ahora no podemos hacerlo. No podemos reunirnos territorialmente. No podemos comer juntos. No hay asado virtual (con todo lo que significa el asado real). No podemos practicar el convivio de cuerpo presente, cuerpo a cuerpo, en presencia física. Alta peligrosidad. Y no hay cómo sustituir la presencia física por la presencia telemática. Fracaso del mundo digital si buscaba sustituir. Ni mejor ni peor: diferente.
No poder reunirse territorialmente (es decir, en el convivio: encrucijada territorial geográfica-histórica-cultural, terrena) pone de relieve la soledad. Liliana y Ana me hicieron llorar. Ver a Patricio, a Valeria, a Javier, a Horacio y sólo tocar la pantalla. Liliana y Ana hacen sentir dolorosamente la ausencia actual del teatro. Nadie va al teatro para estar solo. Nadie hace teatro para estar solo. El teatro es una práctica del convivio. Una de las prácticas más maravillosas del humanismo: la instauración de una zona de experiencia donde vivimos, no sólo hablamos o leemos. Vamos al teatro a vivir. El convivio nos vuelve infantes, o mejor dicho, nos reencuentra (nos hace conscientes) de nuestra naturaleza de infantes. Infans: el que no habla. El teatro es experiencia, no sólo lenguaje: el teatro se cuece en el fuego de la infancia. El teatro es inefabilidad. El teatro es ilegibilidad. Cultura viviente, no cristalizable en estructuras in vitro. Puro duelo, pura transformación de la relación con la muerte. El teatro es cuerpo y reunión de cuerpos, en proximidad territorial, terrestre, terrenal, terráquea. No remoto, no transmitido por las máquinas. Afectación de los cuerpos en reunión. Otra cosa es el tecnovivio, que permite la sustracción de los cuerpos presentes y su sustitución por signos. El cuerpo vivo en presencia fenomenológica sustituido por un cuerpo sígnico. El teatro teatra, dice Kartun, enunciando su reomodo. ¿El video, videa; el videoteatro, videoteatra? Otras políticas de la mirada. A todo esto, ni más ni menos, dan entidad Liliana y Ana como ausencia. En su video no importa tanto lo que se ve, sino lo que circula invisible entre las redes de lo que se ve: la ausencia de una experiencia que tanto necesitamos.
Acaso el lugar más nítido de la diferencia es el espectador. La acción de expectar en el teatro. Expectar, en el teatro, es mucho más que lo que marca la etimología: observar atentamente a la espera de algo que va a suceder. El espectador teatral incide en el acontecimiento; hace el acontecimiento tanto como el actor y el técnico-artista. Basta con ver a los antiguos espectadores griegos en la cerámica del vaso de Sophilus. O leer lo que dice Platón de la “teatrocracia”, el poder de los espectadores para sabotear las reuniones teatrales (Leyes, 700c-d, 701a). Quienes hemos participado en varias funciones del “mismo” espectáculo, sabemos que nunca es el mismo espectáculo porque cambiaron las variables del convivio. En uno, el público se estremece, sensible y colaborador. En otro, parece dibujado: vino, pero parece que no vino, parece que no está. Qué diferente el espectador teatral, desde su universo de creación del acontecimiento, respecto de un mero observador. Formas de participación diversas. Insustituibles. No hay River y Boca. No hay competencia. Pluriversos: experiencia teatral, experiencia de video, experiencia del videoteatro. Inteligir sus multiplicidades es parte del teatrar. Universos de participación, como dice John Wheeler: “Existía una antigua idea de que había un universo allí fuera, y aquí estaba el hombre, el observador, seguro y protegido del universo por una plancha de vidrio… Ahora aprendemos del mundo cuántico que, incluso para observar un objeto tan minúsculo como un electrón, tenemos que romper ese vidrio cilíndrico, tenemos que llegar hasta el fondo”. El físico agrega: “La antigua palabra observador simplemente tiene que ser eliminada de los libros, y debemos sustituirla con la nueva palabra participante. De este modo hemos llegado a darnos cuenta de que el universo es un universo de participación”.
El teatro es experiencia territorial, infante, que despliega mundos intraterritoriales (muchos, infinitos mundos dentro del mismo territorio, al menos tantos como actores, técnicos y espectadores en convivio). El video es experiencia interterritorial a distancia (una palabra que hoy golpea ominosa), que por tecnovivio genera un efecto de desterritorialización: la “nube”.
Liliana y Ana ofrecen un dispositivo para percibir, con silenciosa violencia, el teatro como ausencia. Espero que pronto regresen los convivios, no sólo los teatrales, los convivios en las calles, en el templo, en la cancha, en los bares, en las clases, en las casas, para darle un abrazo a los nietos. No quiero llorar más.
En paralelo | Instagram Live
Con las artistas Liliana Porter y Ana Tiscornia y la Dra. Didanwy Kent
8 de mayo, 17:00 h
IG: www.instagram.com/muac_unam/
En esta conversación, las artistas Liliana Porter y Ana Tiscornia discutirán con la Dra. Didanwy Kent cuestionamientos sobre las artes escénicas y su (im)posibilidad en tiempos de confinamiento, así como la potencia poética que supone el esfuerzo por su migración al mundo digital.
Teatro de primera mano para tiempos nuevos
Es una pieza transmedial creada por las artistas Ana Tiscornia (Uruguay) y Liliana Porter (Argentina) desde su residencia en Rinhebeck, Nueva York, en colaboración con un grupo de actrices y actores argentinos. Detonada por la crisis de la pandemia que estamos atravesando esta pieza busca explorar las posibilidades artísticas y los límites de la producción en un proceso artístico llevado a cabo en el encierro en el lapso de tres semanas. El collage de técnicas, la hibridación y el montaje que desafía los lenguajes teatrales y audiovisuales nos conduce, durante los veinte minutos que dura la pieza, a la puesta en situación de doce episodios que entrañan desde la sencillez de las acciones cotidianas tales como comer, leer, cantar, bailar y construir, una reflexión profunda sobre los modos de habitar la soledad, la rutina, la comunicación humana desde la dislocación del tiempo y el espacio que los medios digitales nos plantean, las relaciones entre lo público y lo privado. Un trabajo colaborativo que será un interesante detonador de preguntas en la conversación que tendremos este viernes con las directoras y guionistas de este proyecto que, desde el confinamiento, han sido capaces de crear en grupo, pues como ellas aseguran: “Está claro que nuestra suerte es el arte”.
Ana Tiscornia
(Montevideo, 1951; vive y trabaja en New York)
Es profesora emérita de State University of New York, Old Westbury College. Trabaja en distintos medios, entre ellos obra sobre papel, pintura, instalación, gráfica, video, escultura, teatro y arte público. Su trabajo ha sido motivo de numerosas exposiciones, que incluyen el Museo Gurvich (Montevideo), Josée Bienvenu Gallery (Nueva York), Alejandra Von Hartz Gallery (Miami) y Galería Nora Fisch (Buenos Aires). Representó a Uruguay en las II y IX Bienales de La Habana y en la III Bienal de Lima.
Liliana Porter
(Buenos Aires, 1941; vive y trabaja en New York)
Es profesora emérita de City University of New York, Queens College. Su trabajo se desarrolla en distintos medios: gráfica, obra sobre tela, fotografía, video, instalación, teatro y arte público. Su obra formó parte de la 57 Bienal de Venecia, 2017 y ha sido exhibida internacionalmente en numerosas muestras de galerías, instituciones y museos, que incluyen el Museo Tamayo (Ciudad de México), MoMa y Whitney Museum of American Art (Nueva York), MALBA (Buenos Aires), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) y The Museum of Fine Art (Boston).
Didanwy Kent Trejo
Es doctora y maestra en Historia del Arte por la UNAM. Tiene estudios de Licenciatura en Letras modernas italianas en la Facultad de Filosofía y Letras.
Es Profesora de Tiempo Completo Asociado “C” en el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Se ha desempeñado como profesora y tutora del Posgrado en Música de la UNAM y del Posgrado en Historia del Arte donde imparte cursos actualmente. Ha colaborado como docente impartiendo cursos y talleres en otras instituciones tales como el Posgrado en Dirección Escénica de la ENAT (INBAL), la Cátedra Bergman, el Instituto Cultural Helénico, el programa ACT (UNAM, Secretaría de Cultura), ente otras.
Entre sus últimos trabajos se encuentran el libro “La ópera en la mirada de Guillermo Kahlo: La promesa rota”, los artículos: “Las resonancias de Bella Ciao: supervivencia, tránsitos y remediaciones de una imagen de resistencia colectiva”, “El respectador ante la liminalidad de la experiencia teatral”; “Imágenes de promesa/ imágenes que prometen”. Desde febrero del 2015 es coordinadora del proyecto de difusión teatral “Aula del espectador de Teatro UNAM”, dirigido por el Dr. Jorge Dubatti. Se ha presentado en coloquios, congresos y encuentros nacionales e internacionales como moderadora, ponente y como conferencista. Dentro de sus labores como gestora, organizadora y curadora se encuentra la realización del “XI Encuentro Hemisférico del Hemispheric Institute: “El Mundo al Revés: Shock, Humor, Ruido y Performance” realizado en junio del 2019, cuya sede principal fue la UNAM. Miembro fundador (2013) y Coordinadora del Seminario Permanente de Estudios de la Escena y el Performance (SPEEP).