Vigilante Teatro UNAM (2021)
Nuestro querido compañero apoyó ocho años en el Departamento de Teatro, cuidándonos permanentemente y acompañándonos si el trabajo nos mantenía hasta tarde en la oficina. Aunque reservado, sabíamos que tenía un corazón de oro y nos regalaba sonrisas a cualquier pregunta hecha. También fue ángel conductor, cuando se requería, nunca nos sentimos solas. Estudiaba, leía y dibujaba en sus ratos libres porque tenía una inteligencia y sensibilidad que era el reflejo de un mundo interior maravilloso. Allí habitaban también sus seres queridos que habían partido muy pronto, ellos lo esperaban con los brazos abiertos y ahora les sonríe con esa sonrisa tímida que solía regalarnos y que extrañamos.