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En el cuarto de fondo

Reflexión sobre la primera salida a público

La primera salida al público fue el sábado.

Tenía mucho estrés, no dormí bien. Hubo que reestructurar todo en tres días: las líneas de trabajo, el motivo de nuestras salidas al público, modificar el contenido de la página y sobre todo involucrar a más gente en el equipo.

Toño y yo nos convertimos en los directores de este proyecto.

La noche del jueves sacamos las cartas del tarot y a mí me salió la carta de los amantes y el juicio; las cartas respondieron a el trabajo creativo y el teatro.

Dentro de esas respuestas hubo algo que definió perfectamente lo que sucedió en estos últimos días: abandonarse.

Creo que abandonarme en los otros fue algo que sentí con mayor fuerza; ya que ante la crisis que estábamos atravesando, todo un equipo de trabajo salió a abrazar el proyecto: Juan, Alicia, Casa del Lago, Fausto, Ricardo, Miriam, Pamela. Y creo que esto es lo más importante de este proyecto, porque involucra a mucha gente, crea reflexión en torno a lo que estamos haciendo.

Toño, Dania y yo, hemos tenido que reacomodar los objetivos. Y quizás no resulte como se pensó en un principio, tal vez esta crisis nos traiga otra cosa.

Estábamos muy nerviosos por la primera salida al público.

Tuvimos un ensayo a la una de la tarde para ver la dinámica del evento.

Fausto resolvió a la perfección la transmisión. Y hubo que resolver muchos asuntos de última hora: el audio, los tiempos de escritura del cadáver, los ejes temáticos de la charla, los videos, etc.

Sucedió la primera creación del cadáver exquisito, aún no la hemos leído desde ese día, eso ocurrirá hoy. Confío en que estamos trabajando, estamos contentos con lo que sucedió el sábado y uno de los comentarios más frecuentes fue que esto no se había visto. Me gusta que la gente vaya viendo cómo se crea algo.

La charla con Alberto y Didanwy fue interesante también, aunque creo que la postura de Alberto nos movió mucho en tanto a por qué hablar de los muertos, qué derecho hay sobre esos temas, la ética, etc. Creo que puede ser muy riesgoso minimizar el por qué hablar de estos temas; creo que es necesario hacerlo, hablarlos hasta el cansancio, es necesario mostrar una realidad, es vital hacerlo desde nuestra trinchera para dar esperanza, generar conciencia y apelar a lo más humano. ¿Sino quién lo hará? Estamos hartos de que sean los periódicos, los medios de internet, la televisión, etc. Porque no hacerlo desde el teatro, desde la poesía, desde uno, desde la comunidad que va tejiendo su propio relato, como bien lo señaló Alberto.

Nos esperan dos creaciones del cadáver que esperamos sea interesante.

Ay Desdémona, ya te estamos dibujando…