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Valeria Di Toto

Escribir. Escribir con el reloj presente. Escribir con el reloj presente y 24 horas que separan la primer frase con la entrega.
Encontrarse con temas posibles y tomar uno. ¿Cuál? Pienso lo primero que se me viene a la cabeza: un perro, un perro que ya no soporte a su dueño/a, eso puede ir.
Busco imágenes, trato de no caer en el monotema pandemia, y en medio de la distracción nocturna, con una playlist de éxitos de 1995 aparece ella, Molly. Y Molly me cae muy bien.
Ahora sí, a escribir, el tiempo pasa y solo quedan 15 horas para la entrega.

 

1.

 

 

Mediodía.
Living comedor de departamento.
En el centro una mesa ratona, sillones y una biblioteca. Atrás una puerta doble que da a la habitación y baño. A la derecha una mesa pequeña con 4 sillas y una puerta que da a la cocina.
A la izquierda una puerta ventana que da al balcón por la que entra la luz del día.
Todo se encuentra limpio y reluciente.
El silencio que predomina en el ambiente se rompe con el sonar de un despertador. Se interrumpe.

Silencio.
Vuelve a sonar, luego el ruido seco de algo que cae en el piso.
Silencio.

Se escucha el crujir de una cama, después una caminata de pasos cortos y arrastrados.

Por la puerta que da a la habitación ingresa Carolina (39) viste un pantalón ancho gris y una remera blanca algo gastada.
Se despereza. Bosteza con la boca bien abierta.
Arrastra sus pies hasta la puerta ventana entrecerrando sus ojos por el sol.

Mira el departamento vacío, vuelve a estirarse y sale.

Silencio.

Suena nuevamente el despertador, cada vez el sonido es más fuerte.

 

Carolina (en Off): Te escuche, ya te escuche.

 

Golpe seco. Silencio.
Crujir de la cama.
Aparece Carolina con un cepillo de dientes en una mano y el celular en la otra.

 

Carolina: ¿Te hago jugo de naranja? ¿o café directo? (pausa) Si queres te puedo hacer una especie de panqueque de avena.
Pausa.

Cruza el espacio hacia la derecha saliendo por la puerta de la cocina.

Carolina (en Off): ¡Cruz! (pausa) ¿Cruz me podés responder? Son más de las 12, dale!

Sale de la cocina cepillándose los dientes, cruza el espacio hasta la puerta de la habitación.

Carolina: Vamos, arriba arriba que el día está hermoso. Es de no creer tener tanto sol de corrido.

Silencio.
Sale por la puerta.
Crujido de cama. Risas.

Carolina (en Off): No no no señorito, ahora a desayunar. DE-SA-YU-NAR.

Empecemos el día bien, dale.

Entra con el pelo recogido, unos lentes, un libro, y su celular. Lo mira detenidamente.
Comienza a escucharse por lo bajo “Hacelo por mi” de Ataque 77.


Carolina: (Tarareando) Si aún te queda algo de amor

dentro de tu corazón……

na na na na na na
yo me muero, yo me muero de doloooor.
¡Hacelo por mi!

 

Cruz: (ingresa interrumpiendo) Pará! Baja un poco ese volumen, ¡POR FAVOR!

Carolina lo mira y baja el volumen totalmente.

Cruz: Espera que me despierte un poco…

Carolina: Pongamosle onda, ¿dale?.

Cruz: Como quieras.

Se sienta en uno de los sillones.

Carolina: Como quiera no. Me acabas de pedir que lo baje.

Cruz: Podés poner algo más ameno.

Carolina: ¿Ameno? ¿En serio?

Cruz: Te acepto los panquequitos.

Carolina: (sonriendo) No sabés lo que son… delicia.

Cruz: ¿Avena y delicia? No son dos palabras que se lleven muy bien, pero dale. ¡Le ponemos onda! (sonríe)

Carolina: Son MUY ricos.

Cruz: ¿Si?

Carolina: Si, la receta la saqué instagram.

Cruz: ¿Los comiste muchas veces?

Carolina: Que gracioso sos. (saliendo a la cocina) Y si, los comí un par de veces.

Sale a la cocina.

Cruz: Es rarísimo esto del clima. (pausa breve) Hace mucho que no tenemos tantos días lindos juntos. Parece a propósito.

Carolina (en Off): ¿Viste?

Cruz: Es un complot.

Carolina (en Off): ¿Café?

Cruz: (mirando la puerta ventana) Si, por favor.

Silencio.

 

Carolina (en Off): ¿Podés poner un poco de música?

Cruz agarra el celular que quedó arriba de la mesa ratona, lo mira en detalle deslizando su dedo por la pantalla.
Comienza a sonar Spending My Time de Roxette.
Cruz mueve la cabeza siguiendo la melodía y se estira.
Carolina ingresa con un plato en una mano y una taza en la otra riendo.


Carolina
: Ah, no! Si tu selección musical es ¡FANTÁSTICA!

Cruz: Esto es más acorde a la hora.

Carolina: ¿La hora? Esto es…….

Cruz: ¿Qué?

Carolina: No sé, ¿viejo?

Cruz: Clásicos.

Carolina: Bajá un poquito tu clásico. (Dejándole la taza) ¿Azúcar?

Cruz: No, así está bien.


Carolina sale a la cocina y vuelve a entrar con otro plato y un vaso de jugo que deja sobre la mesa ratona, sentándose en otro sillón.

 

Carolina: ¿Ya probaste?

Cruz: No.

Carolina: Y dale (cortando un poco de panqueque y comiendo). Mmmm…

 

Cruz se pone a cortar y con el ruido de los cubiertos se escuchan un pasos cortitos y apurados que vienen desde la habitación.
Entrá Molly, una perra mediana, tiene un aire familiar a un golden pero con pelo un poco más corto y duro.

 

Cruz: ¡Molly!

Carolina: Es un detector de comida esta perra. (pausa) ¿Y?

Cruz: Si, huele la comida.

Carolina: El panqueque.

Cruz: Ah, sí, ahí va. (Come un pedazo. Lo mastica y abre bien sus ojos)

 

Carolina lo mira expectante.

 

Cruz: Bien (levantando su dedo pulgar)

Carolina: ¿Bien? ¿Eso solo?

Cruz: Sí, que se yo. No soy muy fan de la avena.

Carolina: Bueno, es lo que quedó y se me ocurrió resolver el desayuno así. Daselo a la perra si no te gusta.

Cruz: ¡Ey! Tranqui, no dije que no me gustara.
Carolina: Y cambiá roxette de una vez. No me gusta.

Cruz: Okey, okey.

La música deja de sonar. Molly se sienta al lado de Cruz y mira fijo el panqueque.
Carolina come rápidamente lo suyo.
Silencio.


Cruz: ¿Querés que hoy vaya a hacer las compras?

Carolina: (con la boca llena) Me encantaría, y también que resuelvas vos de vez en cuando las comidas.

Cruz: No empecemos….
Carolina: Lo único que empecé o intenté empezar es bien el día, pero parece que no se puede. ¿Por qué no te vas ahora a hacer las compras?

Cruz: …Está bien.

Carolina se levanta, agarra su plato y su vaso y sale a la cocina.
Cruz toma café y Molly se acerca lentamente a la mesa ratona.

 

 

 

 

2.

 

 

Mismo living comedor.
Cruz viste un equipo deportivo. Tiene dos bolsas reutilizables extra grandes.

 

Cruz: ¿Tenes alguna lista?

Carolina (en Off): No. No hice ninguna, fijate lo que falta y armala.

Cruz: No, está bien. Voy comprando mientras pienso en las comidas.

 

Silencio.

Cruz da unos pasos a la derecha cruzando el espacio para salir.

 

Cruz: Caro.

Carolina (en Off): ¿Qué pasa ahora?

Cruz: Estaba bueno el panqueque, en serio.
Sale.

 

 

3.

 

 

Carolina está sentada en uno de los sillones. Lee un libro mientras toma un café.

Mira el departamento vacío y vuelve a su lectura silenciosa.

Lentamente casi como si no se notara entra Molly. Se queda al lado de Carolina.

La mira fijo. Ladra.

 

Carolina: ¡Ay! La puta madre perra, me vas a matar de un susto. Fuera, fuera, a la cucha. (Haciendo gestos con sus manos)

 

Molly no se mueve. Ladra.

 

Carolina: ¿Qué querés?

Molly ladra.

 

Carolina: No ladres.

Molly sigue ladrando.

Carolina: Por favor Molly, quiero leer.

 

Silencio.

Carolina la mira y levanta su pulgar hacia arriba y vuelve a la lectura.
Molly se sienta a su lado. La mira, camina al sillón.
Se acerca un poco más al sillón casi pegándose a Carolina. La empuja con su cabeza.

 

Carolina: ¿Ahora qué?

 

Molly insiste dando golpecitos en las piernas de Carolina con su cabeza.

Carolina: Ahora viene Cruz, dejame tranquila. ¡Cucha!

 

Molly insiste.

Carolina: Cuanta demanda para ser un perro. (La mira a los ojos y frena con su mano la cabeza de Molly) No me molestes, mimos a tu dueño.

Estira las piernas apoyándolas sobre la mesa ratona. Vuelve al libro.
Molly no se mueve.


Carolina: No puedo. No puedo leer si me miras así. Anda a tu cama y dejame tranquila.

 

Molly estática

Carolina: (gesticulando por demás cuando habla) ¿EN-TEN-DES? A TU CU-CHA, CU-CHA, CA-MA, LO QUE SEA.


Molly da unos pasos hacia atrás.
Carolina: Así me gusta, parece que entendimos el lugar de cada una.

 

Molly la mira fijo a la distancia.

Carolina: Vos allá y yo acá. Mantengamos la distancia mínima para esto no se convierta en una invasión del espacio personal.

 

Vuelve a su lectura.
Suena el celular
.

 

Carolina: Por el amor de zeus! No se puede tener un rato en paz. (Atiende) Hola,Cruz. (pausa) No sé, dijiste que vos ibas comprando en base a las comidas (pausa) Al final decís que vas a hacer algo y lo termino haciendo yo. Siempre todo a medias vos (pausa) No, no, no estoy peleando, te estoy diciendo que entre hacer la lista… y que te diga que comprar por teléfono es lo mismo. (pausa) Cosas básicas. ¿Qué comemos generalmente?. Pensá eso y compralo. (pausa) Estaba intentando leer pero parece que ni el silencio ni la soledad alcanzan (pausa) Bueno está bien, soledad no, está tu perra también. (pausa breve) Si, que no me deja tranquila, me da cabezazos en las piernas y me mira fijo. (pausa) No, es tu perra, hacele mimos vos cuando vuelvas.(pausa) Ok, si (silencio) Perfecto. A todo eso agregale una caja de avena.(pausa breve) ¡A mi me gusta! Y los panqueques los voy a implementar en mi desayuno diario. (pausa) Sano. Saludable (pausa) Si si, palabras que no te suenan mucho a vos (pausa. se ríe) Si sos el rey de la papa frita! ja (pausa) Dale. (pausa) Si…Yo también. Beso.

Deja el celular en la mesa ratona y vuelve al libro.

Molly llora.

 

Carolina: ¿Es en serio?

 

Molly llora un poco más bajo.

Carolina: Te escucho igual.(pausa) A ver si queda claro, Cruz vuelve en un rato, y a mi me gustaría poder estar tranquila. Y si ladras, lloras, o me das golpecitos con la cabeza… no puedo. Vos me caes bien, compartimos hogar, pero una cosa es eso y otra… ¿Para que me gasto en explicarte si no me entendes una palabra?

Molly: ¿Segura?.

Carolina tira el libro y se queda tiesa.

 

4.

Carolina está de pie al lado de la mesa, tiene una escoba en su mano derecha y el celular en la mano izquierda.
Por momentos estira la escoba hacia Molly para que esta no se acerque.

Carolina: Es imposible. (pausa) ¿Es imposible? (pausa) No me mires así, basta. Sos un perro. Atrás Molly.

 

Silencio.

 

Carolina: Lo que genera tanto silencio… (se ríe para sí). Cucha, fuera Molly, a la cucha.

Molly la mira, da unos pasos atrás.

Carolina: ¿Ves que cuando queres sos obediente? (Baja la escoba y respira profundo) Meditación, voy a empezar con las meditaciones guiadas que me sugirió mamá, eso.

Da unos pasos hacia la puerta que da a la cocina.

Molly: Todo lo que puedas imaginar es real.

Carolina gira sobre su eje y niega con la cabeza.

Molly: Si, es así, y esto ya lo escuchaste.

Carolina: ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! No es real.

Molly: Pero me estás viendo y escuchando.

Carolina: Ya mismo voy a llamar a Cruz. (Tiempo. Para sí) No, no no. Es una locura. Pensá Carolina, pensá. ¡Foco! (se da un golpecito en la cabeza)

Molly: Te vas a lastimar.

Carolina: (levanta la escoba amenazante) ¡SIT! ¡SIT Molly!

Molly se sienta y la mira.

Carolina tiene la cara desencajada.

 

Carolina: Muy bien. Ahí quieta.

Tiempo.


Molly: Soy yo y por diversas razones te niegas a aceptarlo. Entiendo, es difícil, siempre pasa la primera vez. Digamos entonces/

Carolina: Nada. Digamos nada.

Molly: (interrumpiendo) No tiene ningún sentido que te pongas así, la negación no lleva a nada. Tampoco hay que dudar de la salud mental. Te propongo/

Carolina: Shhhhh. ¿Comida? Querés comida, eso es.

Molly: Podría ser, pero no. Ahora quiero que me dejes hablar, el tiempo es oro.

Carolina mira para todos lados. Se mira las manos, se toca la cara.
Molly avanza. Carolina tira todo su cuerpo para atrás.

Molly: ¿Tanto te sorprende? (pausa) Por favor Carolina, seamos adultas. Relaja ese cuerpo, después te hace mal y hay que llamar a la kinesiologa. Sabemos que no es tiempo para esas cosas, no ahora. ¿no?

Silencio.

Molly: Cada vez que podés me preguntas bien pausado si te entiendo y quiero decirte que si. Entiendo TO-DO. (pausa) ¿Te vas a quedar callada?

Carolina: (entrecortado) Voy a esperar que venga Cruz.

Molly: Las compras llevan tiempo. Y por estos días, más de lo habitual.

 

Tiempo.

Molly: ¿Nos sentamos? (camina hacia los sillones).


Molly sube a uno de los sillones y mira a Carolina.

 

Carolina: (moviendo sus brazos) Abajo. Bájese de ahí.

Molly: Siempre respondo a todo porque soy obediente, pero ahora no. Sentate Carolina.


Carolina da unos pasos tímidos hacia los sillones.

Molly: En este momento adivino todo lo que pasa por tu cabeza, o gran parte. No nos va a llevar a ningún lado. Es necesario que sepas que todo este tiempo sirvió para conocernos.

Carolina: No te conozco.

Molly: Eso crees ahora, pero si. Necesito, que me escuches.

Carolina: Esto es una broma

Molly: Intento ser respetuosa, pero/

Carolina: (levantando la voz como buscando algo) ¿Es una broma?

Molly: (con vos gruesa y fuerte) ¡Silence! (aulla). Ante todo, mantengamos la calma. Silence s’il vous plait. (Agita su cabeza) Pardon. No quise. (Respira profundo) Por última vez te voy a invitar a sentarte. Por favor.

 

Carolina casi como en trance se sienta lentamente en un sillón enfrentada a Molly.

 

Molly: Gracias. Como antes dije, el tiempo es oro.

Carolina: ¿Frances?

Molly: Oui. Pero no es lo importante.

Carolina: Ah, ¿no?

Molly niega con su cabeza.

 

Carolina: Estoy soñando, es eso. Los días tienen las horas cambiadas, el alcohol, las pocas horas de sueño. Sos un sueño.

 

Molly niega con su cabeza.

Carolina se pone de pie y se ríe fuertemente.

 

Carolina: ¡Sos un sueño!

Molly salta del sillón.

 

Carolina: Y debes estar ladrando, como siempre, por algo que te pareció ver/

Molly: ¡BASTA! ¡BASTA! CANSADA ESTOY, CANSADA! Todo el tiempo es ¡Molly sit! ¡Molly a la cucha!, ¡Molly comida!, medida, escasa, siempre lo mismo. Y cuando puedo probar otra cosa, es esa mezcla horrible de avena seca sin sabor. ¡Harta estoy! ¡Harta! (Pausa) Y no estoy ladrando, estoy hablando, tengo una voz, y está para ser escuchada. ¿Tu comprends? (elevando más la voz) ¡¿TU COMPRENDS?!

Carolina sale corriendo por la puerta que da a la habitación. Se escucha un portazo fuerte.

Molly: Pardon, pardon. Je no quise. (Sacudiendo la cabeza) En espagnol Molly, en español.

 

Respira profundo y camina hasta la puerta doble que da a la habitaciones.

Molly: Pardon. C’était une erreur de ma part

Carolina (en Off): (con la voz quebrada) ¡No entiendo francés!

Molly: Fue mi error. Tranquilidad ante todo.

 

Silencio.

 

Molly: Carolina, ¿Carolina? Es la hora de la comida. (pausa) Por favor, empecemos de nuevo.

5.

 

 

 

 

 

 

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