Terminé mi formación universitaria hace casi dos años y cada vez tengo menos certezas que cuando comencé. Uno de mis más grandes anhelos es descentralizar...
Leer másInstantánea: 7 preguntas sobre teatro en estos tiempos que corren.
Marysol Cordourier
29 años / México, Ciudad de México
Lugar principal de trabajo (País, estado, ciudad): México, Ciudad de México
Oficio: Investigadora, actriz, titiritera
¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
Mis inicios en el teatro fueron desde la escuela secundaria. Me llamaba mucho la atención la literatura dramática y cómo ésta cobraba vida en el escenario. Cuando ingresé al Colegio de Literatura Dramática y Teatro quise especializarme en dramaturgia, pero los deseos de estar en el escenario representando me llevaron a ser actriz y posteriormente especializarme en el arte de los títeres.
Considero que las artes escénicas conviviales son una manifestación muy rica en lenguajes y discursos en la que convergen in situ, no solo equipos de trabajo dentro del escenario y tras los telones, sino espectadores que desean formar parte de la realización de un fenómeno que sin su presencia no tendría sentido.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
Las preguntas que alimentan mi quehacer escénico se desdoblan en la creación-investigación, de mi propia praxis y también de la de mis colegas. Me interesa la recuperación de la memoria de teatristas que admiro y cómo es que sus prácticas y reflexiones se encuentran con las mías. En estos momentos me pregunto, ¿Cómo hacer para que nuestras inquietudes y deseos encuentren eco? ¿De qué formas se relaciona el arte teatral con sus discursos y cómo se hibrida conforme avanza la ciencia y la tecnología? ¿Cómo es que nuestras concepciones de teatro -y de mundo- producen conocimiento?
Mi anhelo entonces sería vincular la praxis con la investigación y reflexión, estrechar lazos entre colegas y que estos vínculos respondan de forma responsable y afectiva a un panorama no hegemónico del teatro, es decir, deconstruir los discursos cerrados entre academia y práctica escénica, así como asumirnos desde la pluralidad de discursos y territorios.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Memoria, investigación, objetos.
Me apasiona encontrar la historia que está en los márgenes: las historias de artistas, personajes y objetos. Me dedico a darle vida a estas historias a través de la escritura -investigación- y después llevarlas a un escenario para que «revivan». Abrir un espacio dialéctico donde conviven distintas presencias como las formas animadas (títeres, juguetes, sombras, objetos), nosotras y el público.
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
El contacto con el otro, la escucha activa y afectiva. No me refiero solamente al convivio, hecho importantísimo para nuestro quehacer, sino a volvernos a encontrar en y con las demás personas. Recuperar el espacio y tiempo que se generan en complicidad. Dar cabida a todas las voces y corporalidades, así como a los discursos y estéticas que proponen. Poder construir tiempo y espacio en comunidad me parece lo más importante.
¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?
Las disputas decimonónicas de academia versus práctica. La falta de espacios escénicos que respondan a las territorialidades, así como la carencia de espacios de reflexión y estudio. Los organismos que legitiman quiénes hacen y quienes no, que a su vez son patriarcales y jerárquicos. Nos queda andar un camino que no admita discursos machistas, racistas, homófobos, fascistas o discriminatorios.
Entablar conversaciones desde múltiples puntos de vista, ver más allá de nuestra nariz y poner atención en cada uno de los eslabones, desde lo político, social, pedagógico y artístico hasta la gestión, políticas públicas y culturales.
¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?
Nos deseo reencontrarnos con nuestro gremio desde lo profesional y sobre todo, desde lo humano y el respeto. Que el teatro es equipo y que nuestras discrepancias estéticas o estilísticas son muy saludables, y eso no significa que no seamos un gran equipo todos los que pertenecemos a la actividad teatral desde todas sus aristas y que unidos podemos llegar más lejos. Superar el pensamiento dicotómico, cualquiera que este sea: universal-particular, centralizado-marginado, investigación-praxis, entre otros.
Si el teatro es el arte del encuentro con el otro ¿cómo enfrentas la emergencia que vivimos ante el COVID-19? ¿Qué deseas que ocurra cuando volvamos a estar juntos?
Enfrenté la incertidumbre en todos sus aspectos, desde el ámbito privado hasta el laboral. Pero mi equipo de trabajo, Fortuna Colectivo de Creación, y yo, decidimos hacer desde donde nos alcanzara la energía sin poner en riesgo la salud. Comenzamos a ofrecer talleres en línea sobre creación artística, proponiendo nuevos proyectos teatrales y audiovisuales, y sobre todo, reflexionando qué hacer cuando tu eje principal, la presencia, se encuentra suspendido o mediatizado.
Deseo que no abandonemos los esfuerzos y los lazos que se crearon en esta catástrofe: docentes que hicieron lo imposible por atender a su alumnado desde lo virtual, artistas que se apoyaron ante la falta de trabajo, iniciativas culturales que trataron de subsanar la falta de seguridad social de los creadores de arte, proyectos de vinculación que cruzaron latitudes y que de no haber sido por la urgencia, no hubieran surgido, o hubieran tardado más tiempo.
Me gustaría que no olvidemos lo más importante: lo humano, lo vulnerables que somos y lo mucho que nos necesitamos como sociedad. Volver a las salas de teatro, a las plazas públicas, a cualquier lugar y empoderarnos: generar desde el vínculo espacio y tiempo.
Más participantes
Mahoalli Nassourou
Si no me cuestiono mi hacer, sentir y lo que pasa a mi alrededor no sabría cómo posicionarme. Yo me alimento mucho de las situaciones...
Leer másMaría del Mar Náder Riloba
Elegí el teatro y la actuación por miedo a la soledad, por miedo a vivir una sola vida. Pero también por anhelar habitar algo más...
Leer másLa Compañiasauria
Tal vez nuestro anhelo más grande es hacer del teatro (más en sus procesos que sus resultados) un lugar para ensayar la existencia, para configurar...
Leer más