La manzana de la discordia es una adaptación libre de La Ilíada, de Homero. Es nuestra forma de resignificarla para el siglo XXI, en función a los cambios en el actuar, pensar y sentir que ha traído la digitalización, principalmente en las nuevas generaciones, y con mayor intensidad desde la pandemia. La interacción digital ha generado una estructura de pensamiento multi lineal que ha habituado al espectador potencial a intervenir en el evento. Sin embargo, el teatro tradicional choca con estas estructuras ya que sus convenciones inhiben la injerencia de la audiencia. En un intento por hacer una obra más ligera y con mayor participación del público, La manzana de la discordia busca vincular a las jóvenes generaciones con los clásicos y con el escenario.

Las alusiones a la mitología griega abundan en la cultura que nos rodea: viedojuegos, comics, series, etc. Tomando esto en consideración, se decidió reinterpretar La Ilíada de forma que esta se pudiera relacionar con nuevos referentes en un espacio de entretenimiento. Esto lo hicimos también esperando que la obra funcione como incentivo para reflexionar sobre la realidad que nos rodea. El clown nos pareció idóneo para construir la obra ya que construye a partir del juego, se burla de sí mismo, y relaciona mundos aparentemente paradójicos como lo son los mitos griegos y el entorno actual.

Al igual que otras corrientes escénicas del siglo XXI, el clown trabaja a partir de improvisaciones. Con ellas, creamos una obra de autoría colectiva. Es así como, en La Manzana de la Discordia, el texto, la dirección, el trabajo actoral, la música y los diseños se desarrollaron simultáneamente. Entre otros, nos basamos en escritos diversos que se encuentran citados textualmente en la obra: La Ilíada de Homero; Los Mitos Griegos de Robert Graves; Casandra de Christa Wolf y diversos escritos del filósofo Byung Chul-Han. También utilizamos referentes populares, como cómics de DC y Marvel, videojuegos como Mortal Kombat y canciones rancheras, entre otros. En esta creación colectiva se improvisaron momentos de La Ilíada bajo premisas diferentes a partir de una escaleta. Estas improvisaciones son la base de la obra que ahora presentamos. Encontramos cómo reírnos un poco de tantos eventos trágicos como los que suceden en La Ilíada y de la incertidumbre que creemos nos rodea. Esperamos que ustedes también logren reírse junto con nosotros.