1550. Fray Bartolomé de las Casas y el filósofo Ginés de Sepúlveda son convocados al convento de San Gregorio en Valladolid para debatir una cuestión fundamental: ¿Los indígenas del Nuevo Mundo tienen alma? ¿Son hombres plenos y genuinos? La decisión que tome el Legado del Papa será determinante para el destino de millones de hombres. Nos sorprenderá saber cuáles…

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Sin duda el teatro es uno de los instrumentos de la evolución humana más vitales y poderosos. Por medio de fábulas, unas veces más ficticias que otras, las sociedades han aprendido a conocerse con mayor profundidad. El teatro en esencia es un medio de reconocimiento (los griegos le llamaban anagnórisis) tanto en un nivel social como en el plano individual. Las piezas teatrales más poderosas, las que han interesado con mayor profundidad a la humanidad son aquellas donde el personaje pierde su identidad y lucha por recobrarla, y entre más dramática es la pérdida de la identidad más interesante es el camino para redescubrirla: eso es lo que convierte a un personaje en héroe (los griegos lo llamaban Pathos): Hamlet, Edipo, Hedda Gabler o Nora de Casa de Muñecas, son ejemplo de ello. La Controversia de Valladolid escrita por Jean-Claude Carrière no es ajena a este fenómeno, aquí el protagonista, el héroe alegórico es el pueblo mexicano. Este no es un asunto menor, vagamente nos reconocemos como una sociedad plagada de prejuicios raciales, pero vivimos rodeados de un racismo seco y doloroso. El mexicano moderno nace en la duda sobre su “humanidad” y esa duda nos ha lastimado al grado de apropiarnos de una cruel idea: no tenemos los mismos derechos que los pueblos conquistadores. Por principio “el otro” es siempre un ser superior. La Controversia de Valladolid demuestra los orígenes de un parto implacable que continuamos heredando y del cual ya es urgente desprendernos, es el origen del prejuicio de ser inferiores a nosotros mismos, que se ha convertido en un lastre en nuestro crecimiento como individuos y como nación. Esa es la labor del teatro, despertar nuestra conciencia y redescubrirnos como lo que somos: héroes de una trágica lucha por el derecho de tener una existencia plena.
Enrique Singer