Sobre la pieza
El alma es un punto que no tiene dimensión; el mundo visible está contenido en la conciencia del ser, creado en el alma de uno mismo. La propuesta maneja disolvencias cruzadas aludiendo al sueño, al anhelo y también a la sensación del paso del tiempo dentro de un universo que sólo yo conozco. La pieza entrecruza dos espacios-tiempo que tienen en común la libertad corpórea y de pensamiento, siendo este último infinito, como el arte.