- Bitácora 3. Transfiguración de persona a personaje
- Toño Otelo
- Regreso
Mi cuarto
Destierros
Es difícil. Hoy se salió Raúl (Yago) del proyecto. Fue una decisión repentina. Pienso que fue resultado de lo que pasó el fin de semana. Pienso si fue por lo que pasó el fin de semana, pienso si fue por Paty o por que no pudo conciliar. No sabemos si siga Dania (Emilia), ella lo tendrá que decidir. Es un duelo para los que nos quedamos. Ninguna decisión es buena ni mala, sencillamente es. Trataré de no hablar de los argumentos, es más importante lo que implica. Hace dos semanas estábamos muy contentos tomando las fotos, yo casi me caigo de su muro, luego una semana después fue la confrontación y luego la ruptura. Me pregunto si era el ciclo natural del proyecto, pienso en todo el trabajo que hizo, lo que implicó proponer el proyecto a teatro UNAM, las juntas ensayos, mostrar escenas, conceptos y justo, antes de arrancar, viene el fin. La semana pasada Raúl (Yago) le decía a Paty que tenía que matar la figura del padre, acto seguido él ya no está en el proyecto. La dirección del proyecto terminará siendo una creación colectiva entre Paty y yo, ahora si no estoy en mi lugar común. Estoy nervioso, emocionado y triste. Me da nostalgia. Cuando haces una obra creas familia. Recuerdo el proceso de Destierros, el pasado y me da nostalgia de lo que era entonces, el mundo, pienso en el inicio de esto y también se vuelve nostalgia ¿Por qué todos los pinches vergas recuerdos terminan siendo nostalgia? Tengo más responsabilidad, cuando estaba Raúl me sentía cómodo, ahora sé que una obra depende tanto de mi como de Paty, eso miedo, es un gran viaje. Inicia otra etapa del proyecto. Ya no puedo llorar, hace mucho que no lo hago, a moco tendido, como hoy, como Paty lloró, porque ella sí que llora. La última vez que lloré fue dos semanas después de que mi amiga Abril se murió, me guardé el llanto dos semanas, salió en una discusión.