¿Cómo iniciaste dentro de la disciplina teatral? ¿Por qué decidiste dedicarte a ella?
Empecé con un taller en mi natal Colima y desde el inicio fui creando en mí un discurso frente a mi ser creador.
Hago teatro porque encontré en él una manera de poder entender la naturaleza de lo humano, como compromiso con el otro y para el otro.
¿Qué preguntas siguen alimentando tu práctica? ¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
La manera en la cual los espectadores se relacionan con el acontecer escénico: cuáles son los modelos con los que nos comunicamos hoy día frente a los cambios tan vertiginosos a los cuales estamos sometidos en nuestro cotidiano y cómo crear procesos creativos que sean capaces de dialogar con otras disciplinas escénicas.
Describe tu quehacer teatral en tres palabras. ¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Transdisciplinar, otredad y queer.
¿Cuál consideras que es la importancia del teatro en este momento histórico?
Un espacio para que el YO se nos revele, un espacio confrontante que pone en diálogo el tiempo y el espacio actual con los cuestionamientos del mismo.