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Mi cuarto

Cerrando filas

Me he desconectado de la escritura de esta bitácora

el ritmo de trabajo me lo ha pedido,

regreso a casa y lo único que quiero es descansar,

dormir,

ver la tele,

olvidar,

soltar para después retomar.

Estos días han sido intensos,

muy intensos,

estamos por estrenar,

mañana es el ensayo general,

ONLINE,

muy extraño es todo,

muy rico,

estamos en terrenos desconocidos,

pienso muchas cosas,

cada vez que escribo en esta bitácora pienso muchas cosas,

cómo inició todo,

los caminos que ha tomado,

decisiones,

decisiones.

Todo ha sido tan vertiginoso,

cada día es un paso gigantesco,

no hemos tenido tiempo de pensar,

de reflexionar,

de detenernos y pensar si es el camino,

¿Es el camino?

Sobre la marcha lo decidimos;

Es muy posible que no sea,

que estemos perdidos,

y está bien,

y es sano.

Todos en este proyecto estamos desde nuestra trinchera,

trabajando al máximo,

juntos,

creyendo,

hoy pasaron cosas que me gustaron:

Corrimos la obra,

como es,

pujada sí,

con algunas metidas de pata,

también,

pero quedó,

hace unos minutos que la vi,

y me

gusta mucho,

es un proyecto complejo,

bien hecho,

pero corrió por primera vez como debe ser,

faltó Juan Pablo,

pero todo lo demás estaba.

Luego fue el cumpleaños de Ricardo,

le reciclamos un pastel,

y cantamos las mañanitas,

el 19 fue el del Potro,

y el 10 el de Miriam,

pronto será el de Érika,

casi todo el equipo cumplió años cerca del estreno,

una extraña coincidencia,

un buen equipo.

Es difícil hacer una obra,

y esta la levantamos desde cero,

todo,

todo,

un trabajo titánico,

pienso hacia atrás,

desde Raúl,

luego se va,

y luego entra gente,

y luego Paty y yo le empezamos a meter candela en su casa,

exhaustivamente,

pienso en la lectura en tiempo real del primer cadáver,

esa fue la base,

pienso en el día que hicimos las secuencias de movimiento,

en un día,

para mostrarlas a Ricardo y Miriam,

y esa fue la base,

las peleas,

regresar en mi bici nuevamente a media noche…

El ensayo del viernes yo estaba fulminado,

quería llorar,

estaba muy agotado,

mareado,

desgasté mucho mi cuerpo,

nunca me había sentido tan cansado.

La corrida salió bien,

pero yo necesitaba descansar,

pálido,

sin comer bien,

quería decirle a Paty que no iba a ensayar,

que me iba ir a mi casa,

pero no,

era el único día antes de mañana que todos íbamos a estar reunidos.

La corrida salió bien,

pero no me vuelvo a hacer eso,

no me vuelvo a desgastar de esa manera…

Por otro lado, estoy orgulloso de poder hacerlo,

de haber podido hacerlo,

hoy ya siento mi poder de nuevo,

he comido,

regresé a la carne,

momentáneamente,

vitaminas,

desayunar

y bajarle a las harinas….

En fin.

Mañana es un gran día.

Ya extrañaba escribir.