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En la cocina

Hoy no habla Desdémona

Aquí en la cocina, con mucho sueño y hambre, habló desde lo más sincero. Así, con Pijamas y frente a una sopa sapporo. Desde aquí, con las hormonas a todo lo que dan. Hoy habla Patricia, no Desdémona. Ella ya habló mucho y hace falta no perderse tampoco.

Hoy hablé con alguien que estaba decidiendo por no ser parte de un colectivo. Yo la incitaba a que siguiera con el grupo. Pero pienso: ¿qué es un grupo? El Coro de los Otros se está apagando. Aquí sólo resistimos Toño y yo. Y creo que de manera natural nos estamos distanciando. Somos creadores muy distintos. Nos conocemos demasiado y tenemos una gran amistad, pero a veces ese exceso de confianza no funciona para crear. Somos entrañables amigos y él es una entrañable persona. Pero creo que estamos lejos en la creación, es normal. Cada uno ha forjado una manera de crear que a veces pienso se distancia de lo que éramos. No quiero imponer nada, pero a veces siento que no confía en mí. Hoy le propuse varias veces algunas cosas, pero siento que a veces pasamos por el filtro de tomárnoslo personal y eso no ayuda. Es normal, creo. Él es mi familia. Cuando él también me propone cosas, también suelo poner resistencias.

Sí, duele un poquito porque me estoy dando cuenta de que quizás este sea el último montaje que creamos juntos.

¿Cómo disfrutar? ¿Cómo cede? ¿Cómo confiar sin cruzar límites?

Tenemos una relación entrañable y nos leemos, eso nos ayuda mucho en escena porque inmediatamente conectamos. Pero en lo técnico, la producción, la puntualidad, en el feedback, solemos tambalear porque tememos herirnos o sabemos cómo herirnos. Es complejo.

Estoy muy hormonal y tal vez mañana me arrepienta de haber escrito esto. Pero no está mal también decirlo desde este lugar, sin filtros.

Si estuviéramos sólo los dos, ya nos hubiéramos agarrado del chongo, pero como estamos con más personas. Eso ayuda, amortiguamos con ellos.

Ya no debo presionar por hacer las cosas, porque escriba en la bitácora, porque esté pendiente de tal o tal cosa. Tal vez eso ayude. No es que lo quiera hacer sentir culpable, no. Sería muy perverso de mi parte. Pero como se dijo hace rato: por querer hacer un bien, acabo haciendo un mal. ¡Hay cuánto drama Patricia! Por eso siempre se pelean contigo. Pero hoy leí que no debí sentirme culpable por poner límites.