- 1979, Bitácora creativa
- Miguel Díaz
Lugar: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Poner titulo
Dania (poner nombre exacto en cada entada)
Sentada en un mat encerrada en el cuarto intencionada a comenzar con mi rutina de fit
Narrativa de una serie de sueños que tuve esta noche
21/oct202
Fueron muchos sueños. Sufrí. Sentí que no sufrí solo en el sueño, sino en la realidad. Lo sentía físicamente. Grité varias veces por la noche, me dolía. Quería llorar, detenerme. Pero sentía que tenía que continuar sino sucedería algo mucho peor. Había rostros conocidos, de antaño, amigos, familia, lugares mezclados. Sabía que eran solo sueños, pero parecía que tenía una misión. En la espiritualidad, aprendí que hay que escuchar a los sueños, ellos tienen un mensaje oculto para practicar en la realidad. Por meses he tenido sueños que me dan la impresión de tener señales muy claras para mí, pero sigo sin saber cuáles son, creo que solo me falta profundizar más. Todo es práctica. En un momento que me desperté me dolía muchísimo el cuello, y estoy segura que no era por mi condición, pensé qué tal vez estaba mal acostada o simplemente alguien me lastimó en los sueños. Alguien quería que viera algo, que me quedara en el sueño manipulándome físicamente. No podía levantarme. Me desperté y seguía soñando, no lo podía detener. Tuve que decidirlo. Era como una de esas películas en la que están atrapados entre dos mundos, dos realidades. La última imagen, acto, fue mi hermano abrazándome por atrás, íbamos caminando como en un campo, parecía un campo de concierto. Su pecho rozaba con mi espalda y me dolía. Tenía marcas vivas en la espalda, como grandes cortadas. Como si me hubieran o me hubiese flagelado. La psicóloga me decía que hacía eso constantemente con mis acciones. Quería evitar que me rozara mi espalda, supongo que él no sabía que estaba lastimada. En un momento rozó tan fuerte que el dolor fue tan profundo que grite en el sueño, me dolió muchísimo. Tuve que levantarme, no podía seguir más, el sufrimiento en silencio me carcomía. Me levanté y no me siento habitando mi cuerpo. Recuerdo tantas cosas y a la vez nada. Sólo hay sensaciones, todas físicas. Siento que me hace falta algo. Que algo se fue. Sigo con ganas de llorar, pero no puedo. Es como un juego, si lloro pierdo. ¿Me habré quedado en otra dimensión?. Tal vez vi mucho Star Trek. Tengo algo que resolver, comienzo a creer en otras vidas. Y si no, creo en mis ancestros y su dolor. En mi abuela fallecida y especialmente en mi madre. Recuerdo otro momento del sueño. Estaba en la oficina, en una casa, con unos amigos, de fiesta, trabajando, íbamos a otro lado, me perdía. Había quedado con Bere, ella vendría a la casa, yo estaba en la cama en la que duermo todos los días. Una noche antes había visto que mis plantas estaban muriendo cuando un día antes las había visto perfectamente sanas. Fue frustrante, le conté a Raúl. Dormí, llegó Bere y me dijo que estaban súper bonitas mis plantas, yo no lo entendí porque una noche antes estaban casi podridas. No sé qué signifique todo eso. Lo primero que hice cuando me levanté en la realidad fue regar una planta, la planta más grande que tenemos en casa se estaba secando desde hace días. Y desde hace muchos días más todas mis plantas se han ido muriendo. Mueren. Es una muerte lenta, agonizante. Pensando ya despierta concluí que tal vez soñé de esa manera por el
cadáver exquisito de ayer, soñé eso que escribimos en otra magnitud, en otra perspectiva; pero desde algún punto, de algún modo era eso. Las marcas en mi espalda, el dolor en mi cuello, el sufrimiento, la sensación de las manos de alguien en mi cuello, los gritos, la extrañeza.
Dania
En mi escritorio por comenzar a trabajar
Experiencias
Despersonalización. Alteración de la percepción o la experiencia de uno mismo de tal manera que se siente separada de los procesos mentales y de su cuerpo. Suelen ser constantes en los ataques de pánicos, periodos prolongados de estrés, ansiedad y depresión. La persona siente que está en un sueño, que su entorno es irreal. Yo pienso que Otelo le pasó esto, se despersonalizó. Llevo más de un año experimentando esta sensación. No podía describirlo hasta que leí el término. Interesante. Me identifico, siento un alivio. Una vez me degollaron, no lo sabía hasta que me lo dijeron. Me preguntaron por mi cicatriz en el cuello. Yo que pensé que no se notaba, pero es que yo la veo con amor. -¿Qué te pasó ahí? -Ah, me operaron de las cervicales. -¿Pero cómo? -Pues entraron por enfrente, con un instrumento apartaron mi tráquea y los órganos que se exponen en el cuello y con un microscopio procedieron. -Ósea, ¿te degollaron? Me quedé insólita. Como cuando un gato prueba por primera vez el helado. Sí, me degollaron. Hay un video al respecto. Lo voy a pedir. Creo que puede servir a manera de documento, me siento lista para verlo. Puedo imaginar mi piel abierta, mi carne expuesta, los órganos vivos, la sangre fluyendo, mientras yo ahí, inmóvil, como muerta. La primera vez que lo dijo Eloy, uno de mis cirujanos, sentí repugnancia, me lo dijo tan alegre. ¿Qué se siente estar muerto? Retóricamente por supuesto. ¿Has tenido alguna experiencia cercana a la muerte o algún suceso que remita a ello? En mi vida me han sometido a dos operaciones con anestesia completa. Recuerdo sólo llegar como al 8, la cuenta es regresiva empezando desde 10. Supongo que es protocolo porque las dos veces fueron así. La primera vez tenía 17 años, la verdad es que no recuerdo mucho el proceso pre operatorio. Pero el post, en sala de espera es de las peores experiencias de mi vida, jamás he sentido tanto dolor físico. Se puede morir por una anestesia mal aplicada. Que estresante debe ser anestesiólogo. La segunda vez estaba más nerviosa y el recuerdo está más fresco. No pude dormir, siempre es incómodo estar en un hospital. Cuando llegaron a decirme que me pasarían a la sala preoperatoria me puse muy nerviosa. Llegue, esperé. El primero en presentarse fue el anestesiólogo. Me preguntó mis datos, y me pidió que le explicara lo que me harían. Después se presentó́ un neurocirujano, me preguntó lo mismo. Después me pasaron a una sala más pequeña justo enfrente del quirófano. Yo pensé que ya me iban a meter cuchillo 😂 Llegó otro doctor, me preguntó lo mismo. Todos estábamos esperando al mero mero, el cirujano que operaría. Llegó dos horas tarde, el nervio se prolongaba y eso era torturante. Pero pensaba que más valía que el doctor durmiera bien. Me metieron al quirófano, otro doctor me preguntó otra vez lo mismo, me dijo -¿Eres médico? -No. -Es que sabes muy bien lo que te van a hacer y lo explicas con términos médicos. Visité a 3 cirujanos, entre ellos al mejor de México según San Google, al final no me decidí por él. El doctor Delfino me dió lo que nadie, confianza. La confianza no es fácil de ganar, no es sencillo de otorgar. (Yo creo que por eso Desdémona «se dejó matar», confiaba tanto en Otelo, sabía que no era él quien cometía el asesinato sino Yago.) En su historial decía que operaba a unas 190 personas al año. ¿A cuántas de ellas habrá degollado?. Also, leí un sin número de testimonios, tesis, videos. Sabía perfectamente cuál era el procedimiento pero jamás lo asocié con la degollación. Llegó Delfino, estaba tan nerviosa que veía nublado, además no traía lentes, no escuchaba bien lo que decían. Habían olvidado la resonancia y no recordaban que vértebras tenían que operar. Pero verlo me dió tranquilidad (así que supongo que Desdémona murió tranquila, pues lo último que vió fue a Otelo), tenía claro que era lo último que quería ver antes de….¿morir?. Bueno, la anestesia no es una muerte, pero se parece un poco, dejas de habitar tu cuerpo porque literalmente te duermes y dejas de sentir físicamente y tu conciencia deja de existir. Yo no recuerdo nada. Solo cuando desperté en la sala de espera y me llevaron a mi habitación. Dejé de habitar mi cuerpo, tal vez es por ello que me he sentido así desde la operación. También estuve en duelo. Creo que la muerte se puede manifestar de varias formas sin estar necesariamente muerto o sin que alguien cercano se haya muerto. La muerte, y se abre todo un universo entre lo que se ha vivido y lo desconocido. Por eso sentí que me quedé atrapada en dos dimensiones. En fin, maldito seas Shakespeare.
Dania
En mi cubículo un poco sola, poniéndome al tanto entre mis pensamientos y el trabajo
Narrativas ajenas
El otro día la señora Yolanda relataba una historia sobre dos accidentes automovilísticos. Lo que me llamó la atención fue su sensación y confusión de si estaba muerta o no. En el primer choque, se volteó su auto en la carretera, se quedó dormida al parecer, no recuerda nada. Despertó con el auto ya volcado, oía voces que decían «no los muevan están muertos». Ella se preguntaba inconsciente si realmente estaba muerta y lo único que pensó fue en su hija enferma, no reaccionó hasta después y la comenzaron a sacar del auto. Escuchó «él si está muerto» entonces pensó «maté a mi marido». No lo mató, los dos sobrevivieron. En el segundo los chocó una hummer, esta vez recibió el golpe ella, un hematoma de 18cm en el cráneo, sentía físicamente que le sangraba la cabeza pero no se había abierto, la hemorragia era por dentro. A comparación de la vez pasada, la confusión no la atormentaba, sino que ahora sentía que se estaba muriendo. Llamó a su hermana para pedirle que se hiciera cargo de su hija. Se le distorsionó la voz. Sobrevivió a dos accidentes automovilísticos en tan sólo un mes. Ahora sí que al que le toca le toca. ¿O será que Dios le habrá enviado un mensaje? Pero bueno, yo no creo en Dios aunque ella y muchos más sí. Ese mismo día pero más tarde. Yolanda y Laura me contaban sobre el maltrato que habían sufrido por sus ex parejas. Por un lado Yolanda vivió maltrato físico, golpes que la llevaban al hospital. Mientras a Laura, la encerraba su marido cuando salía de viaje. Ninguna es peor. ¿Qué las sacó de ese infierno? La maternidad. Una fiera. En parte, eso que vivieron les hace ser quien son ahora. Estas historias las relaciono con Desdémona en particular. El sentir que mueres, la forma en la que muere. Creo que me he clavado en revivir en mí la experiencia de esos sucesos de muerte y por otro lado relacionar las vivencias de otros con la obra. Es la parte humana que creo que buscamos. Solo así podríamos sensibilizar al público, en base a la experiencia. Es así como nos relacionamos para empatizar.
Patricia
Sentada en un espacio improvisado en medio de mi sala
Con sueño y con hambre
Es extraño y emocionante ver cómo se ha desarrollado este proyecto. Desde la última vez que hicimos Destierros los tres, no nos habíamos vuelto a reunir para trabajar. Siempre estábamos en contacto por medio de un grupo de Whats llamado “El tío y sus sobrinos” y siempre teníamos la intención de “hacer algo”. No fue sino hasta este momento de crisis provocado por la pandemia que Raúl y Dania nos lanzaron un proyecto muy concreto: hacer Otelo a partir de una adaptación que se desarrollará desde el lenguaje forense.
Empezamos a conocer términos forenses y a partir de las consignas que Raúl proponía, hicimos escritos desde hipótesis, describiendo escenarios posibles y narrando sucesos criminales desde el lenguaje forense.
El ambiente virtual en el que estamos, hacía que las conversaciones se enriquecieran desde ahí, desde la imagen, los videos y los escritos compartidos en la pantalla. Nuestras reuniones no duraban más de dos horas. Y fue en la sesión número 5 que hicimos el cadáver exquisito entre los cuatro. ¡Ah, esa sesión ha sido de las mejores!
Y es que mi proceso ha cambiado desde hace 8 años cuando hicimos aquel montaje, ahora siento que he adquirido mayor estructura, pero hay algo que me explota cuando vuelvo a trabajar con ellos, se me abre la intuición, la locura y las ganas de explorar otros lenguajes. Es mi nicho experimental.
Luego ocurrió algo inesperado: Juan Meliá me contactó para hacer un proyecto en plataforma virtual. Pero con la consigna de exponer el proceso a público.
Rápidamente pensé en el proyecto que estábamos haciendo y se lo describí sin pensarlo. Aún estaba en etapa inicial, de hecho aún lo está. Pero qué mejor que se produzca y desarrolle con alguien que está interesado en volverse cómplice.
No sé, creo que hay proyectos que son así, por naturaleza fluyen y atrapan. Este es uno de ellos y estamos en eso.
Mi inquietud radica, (porque siempre soy miedosa) en que nos concentremos en el lenguaje virtual y olvidemos el contenido creativo. Hasta ahora no hemos podido retomar la parte creativa, nos hemos concentrado en la logística y el armado de la escaleta. En fin, es un proceso donde nuevamente estamos involucrados en todas las áreas. Ya lo hemos hecho antes como compañía. Me da vértigo, pero es parte de la riqueza de hacer teatro, aunque ahora está ese debate ¿es teatro? ¿cómo lo llamamos ahora? ¿me estaré traicionando? ¿qué nuevo saldrá de esto?
Lo que me sostiene es que hay una provocación para crear en medio de este contexto de crisis por el que atraviesa nuestro país. Y crear ficción desde el lenguaje teatral me apasiona y me llena de dicha. Me da esperanza sobre lo que puede sostener ahora a nuestra comunidad, aunque sea desde este proyecto.
(De cuando nos fuimos de viaje a Tijuana a dar función y le tomé una foto al muro.)
Dania
Sentada en una silla en el Starbucks de la plaza que está a un costado de mi trabajo
Dónde comienza a violencia
Gaslighting. Es la acción de hacerte sentir que estás loca. Poniendo en duda tu percepción, tu memoria, juicio y suele ser muy sutil. Suele manifestarse poco a poco y es indicador de que existe cierta toxicidad en una relación. Ejemplo: «No yo nunca dije/hice eso. Estás loca. Lo estás inventando. Parece que vives otra realidad. Estás en tus días. Sólo quieres pelear.». Desde aquí puede ir creciendo la violencia psicológica. Tal vez la persona que lo hace no está consciente de la acción, es por ello que hay que señalarle lo que está haciendo y que debe parar. Si lo sigue haciendo hay que considerarlo como un foco rojo y no cuestionarse que es una conducta dañina. La violencia se comienza a manifestar desde la psicología, por lo que es probable que escale. Estos comportamientos tienen como fin hacerte sentir tonta, culpable manipulándote para invalidarte. Si tú sabes lo que viste, sentiste o escuchaste, confía en ello. Esto es resumen de un post que vi. Me pareció interesante. Ahora existe una serie de definiciones y micro definiciones sobre el machismo. Me parece muy importante conocerlas y tomarlas en cuenta. ¿A ti te han hecho luz de gas? A mí, sí. También he sido una mujer maltratada. Y vengo de una familia donde todas mis mujeres lo han sido también, dura y cruelmente. ¿En qué momento como familias normalizamos este tipo de conductas? Cuando Yolanda y Laura me contaban sobre sus anécdotas me decían que les había costado tanto trabajo salir de esas relaciones porque no tenían el apoyo de sus padres. ¡Se negaron a ayudarles porque ellas se lo habían buscado! ¿Será que por eso Desdémona ni siquiera intentó defenderse? ¿Nadie la ayudaría? Deseo hacer una lista de micro definiciones de violencia a la mujer hasta llegar a la asfixia. Yo creo que todas las mujeres hemos sido maltratadas, incluso sin que nos demos cuenta, pues hasta ahora es que comienza a visibilizarse y a conocerse. Es ahora que tenemos la oportunidad de hablar y alzar la voz, de compartir, de aprender y desaprender.
Dania
Disque viendo El Principito
Desarrollo del proyecto
La manera que se ha dado para trabajar en este proyecto es indefinida, hay muchas ideas, propuestas y condicionantes que nos ponen a prueba. Trabajar en esta nueva normalidad es complicado, yo ya había trabajado a la distancia antes de la contingencia y conozco varias herramientas que facilitan la comunicación, planeación y desarrollo de proyectos. Lo único que puedo decir es que hay que ceder a ellas, de otra manera no vamos a poder sincronizarnos, debemos explotar todas las herramientas que estén a nuestro alcance. Usar trello, slack, zoom, google drive, google desktop, pinterest, vimeo. También me hizo pensar en la metodología Desing Thinking, esta metodología es muy amable y creo que nos puede apoyar mucho para la forma de trabajo que estamos tratando de resolver.
Patricia
En otra esquina de mi sala, buscando intimidad
Descripción de la evolución del proyecto hasta este momento
¿Cómo estoy?: nerviosa, tratando de calmarme, ¿por qué estoy nerviosa?
En la última reunión que tuvimos el día de ayer los cuatro, comentamos acerca de la última reunión que tuvimos con Juan y Alicia hasta hace unos días, en la que estuvimos presentes sólo Toño y yo. Surgieron algunos puntos interesantes, por ejemplo: hablamos acerca de la intimidad. Al pensar en la intimidad que se genera en un grupo de trabajo, el ambiente de confianza y la atmósfera amena que se respira, es un convenio que se genera entre un grupo, no es algo hablado, es algo pactado, es una cuestión de química: algo íntimo. La intimidad finalmente es personal, es propia, pero es compartida. ¿Qué pasa en un experimento virtual, donde el proceso se abre para que el espectador sea testigo de esa intimidad? ¿Hasta qué punto se transgrede y se modifica el proceso interno del actor y de los creativos? ¿cómo nos guardamos en esa mística?
Ahora mismo, podría decir que mi intimidad está siendo atravesada por quienes puedan ver este escrito, ¿me censuro entonces?
Pienso en el espacio propio que también se busca dentro de un hogar, poniendo como ejemplo la situación por la que atravesamos ahora mismo. El trabajo y la intimidad del hogar están siendo atravesados por un momento en el que es necesario hacerlo, porque estamos en un inevitable encierro. Entonces empiezan a suceder varias cosas: el lugar donde como también es el lugar donde creo, el lugar donde ensayo es también el lugar donde descanso. No hay límites, no hay división. Eso tal vez afecte de alguna manera el ánimo, las emociones. Porque lo más delicioso de llegar a tu casa en un día de trabajo largo, era justo apartarse de tu zona de trabajo; el espacio se vuelve algo, significa algo, cómo resignificamos el hogar, cómo lo descolocamos para volverlo otro siendo el mismo.
Siento que eso mismo pasa con el trabajo del actor, es él mismo, es un solo cuerpo y una sola voz. Pero internamente pone fronteras para separar quién es como actor y quién es como ser humano. ¿o será que siendo actor es ser humano y ser humano es ser actor?
En fin, no quiero extenderme en esta reflexión, pero es necesaria. Ahora mismo me siento incómoda, porque estoy trabajando en la sala, a vistas de mi pareja, ¡eso ya es incómodo! ¡Me siento desnuda creativamente! Entonces qué hago: pongo un límite sonoro. me pongo audífonos con aislante de ruido, de esa manera me sumerjo en un espacio-tiempo virtual donde sólo soy yo, mi pensamiento y la computadora. Detrás mío, queda mi pareja con sus asuntos; y es que sigo teniendo conciencia de que está ahí, pero ¿cómo me concentro para ser yo con mi pensamiento y mi momento?
Quedamos en hacer una lista de las cosas que nos incomodan con este “proceso expuesto”
1.- Verme en pantalla.
2.- Escuchar mi voz grabada.
3.- Que personas que no conozco vean mi casa.
4.- No tener un termómetro (como el espectador de manera presencial) con el que pueda medir el hecho escénico.
5.- Conectar con la soledad. (La soledad me da miedo)
6.- No poder controlar la tecnología
7.- No poder concentrarme
8.- No saber qué tipo de forma actoral o forma escénica o como se le llame, sea esta la de la virtualidad.
9.- No tener el suficiente presupuesto de tiempo.
Creo que al escribir esta lista, las cosas que me incomodan pasan primero por los miedos que me generan. Es una descolocación esta experiencia, que inicia ya, me tiene angustiada. ¿cómo volver entonces a este estado de gracia creativo, donde no había estrés por presentar nada? ¿A dónde se fue este espíritu esperanzador con el que hacíamos este proyecto? Y es que iniciamos diciendo: para cuando esto acabe… ¿será que va a acabar?
Los espacios de la casa.
Más tarde el mismo día:
Referente en el cual me inspiro:
https://www.youtube.com/watch?v=ZHUR6phuOrc
Imagino un retazo de mujer, como una muñeca diseccionada que está frente a alguien.
Es un cuerpo roto.
un cuerpo que no tiene forma, pero que es forma.
Una mujer que ya no es mujer y que ahora es un retazo de algo que ya no es.
Una mujer que se reconstruye a sí misma tratando de encontrar el por qué.
No ante la duda de los demás.
Sino ante la misma incertidumbre.
¿Por qué?
En un grito primero que se eleva en la enormidad del espacio.
Una mujer que está frente a una ventana y dice:
¿Por qué soy?
¿En qué momento me rompí?
La imagen le dice que está entera. Que está bien. Que por fuera (la imagen) está completa.
Por dentro es un monstruo.
Un fragmento.
Un frankestein.
No te muevas
No saltes
Alguien dice a su izquierda.
Es él…
Quien la sostiene.
Ella piensa:
¿Por qué amo? ¿A qué me aferro? ¿Se puede amar en medio de la enfermedad? ¿Es posible o es sólo una ilusión ante un posible antídoto?
Mi cuerpo está roto.
La mujer está sobre una mesa
ella reza
ella cree que invocando un algo poderoso
algo superior a ella, tendrá una salida hacía algo.
Y aquí rompo:
Veo a esa mujer, ante el abismo
con un grito interno que no cesa, que no se calla.
Me cuestiono a mi misma mis propias creencias, mis propias posibilidades para imaginar. Quién soy. Tiemblo.
Ejercicio espiritual.
Sentada frente a la ventana, con las cortinas abiertas, y la conciencia de que alguien pueda verme. Sólo entra la luz de los focos del pasillo que ilumina las escaleras.
Me puse audífonos y me encerré en el cuarto de cachivaches con la luz apagada.
Estaba inspirada.
Decidí hacer un ejercicio espiritual, en la búsqueda de conectar con el personaje.
Con el objetivo de encontrarme con él.
Puede ser algo arriesgado, porque abre canales sensibles y siento que yo abrí los míos.
No estoy sola, hay alguien en la habitación y varias veces se manifestó.
Cerré los ojos y me senté en el piso.
Primero, se trata de conectar con uno mismo. Respiré y me pregunté ¿Cómo estoy?
Vi un corazón latir, en medio de esa imagen oscura.
Escuché el latir de mi corazón.
Luego, con el estímulo de la lluvia, imaginé que estaba caminando en una calle empedrada, en dirección a un vecindario. Imaginé el vecindario que está cerca de mi casa, tiene una reja que nunca está cerrada, la abrí y entré.
Iba en busca de Ella.
Yo estaba empapada por la lluvia.
Subí unas escaleras, toqué la puerta y entré.
Estaba acostada en su cama, boca arriba, con los ojos abiertos y la mano izquierda a lado de ella. La mano estaba colocada en una posición muy hermosa, como si un escultor griego se la hubiera acomodado.
La otra estaba a lado de su torso.
Tenía un vestido de flores amarillo y no tenía un zapato.
su vestido estaba desgarrado, el brasier estaba por encima de su pecho y su pelvis estaba ennegrecida por el vello púbico y la sangre que manaba, sólo hacía contraste una sustancia pegajosa. Como una baba.
Acababa de suceder. Al menos eso me dijo con la mirada ella misma sentada en la silla al pie de la cama. Se veía a sí misma en paz, me veía a mí y veía la lluvia caer afuera de la ventana.
La imagen de las dos mujeres era totalmente opuesta. Sólo que la que estaba sentada en la silla estaba en blanco y negro, como en las películas de antes.
Me vi a mi misma viendo a esas mujeres, y eran yo.
Tenían mi imagen.
Lo primero que pensé fue en mi mamá cuando recibiera la noticia de que alguien me había asesinado, después de violarme. Sentí su dolor y escuché cómo su corazón se partía. Aún ahora la imagino, recibiendo esa noticia y me parte el corazón. Nadie quiere eso, nadie quiere morir antes que sus padres. No es natural.
Pero mi yo sentada en la silla está en paz, y eso me da esperanza.
Luego lloré con la cabeza en medio de una toalla.
Apagué la música de lluvia de youtube. y Vi el tiempo de duración de todo el ejercicio: 23:03.
Hay que cortar con la emoción. Salir de ahí por voluntad. No te puedes quedar, no es sano.
Pero ya hay una impresión en el cuerpo.
Tengo que cuidar mi nivel de tensión, cuando estaba entrando a la casa, se me tensó demasiado la muñeca izquierda, y me empezó a doler. Me la agarré tratando de relajar el músculo. Pero pude seguir.
Fin del ejercicio espiritual.
Sonido de lluvia
https://www.youtube.com/watch?v=8QBu-f7MGFg&t=1383s
Toño
Mi recamara, el cuarto más grande del departamento que rento junto con Ian y Alejandra. Ian está en la sala, escribiendo, Alejandra está en el hospital trabajando, es la única que trabaja en este departamento. Mientras escribo esta bitácora escucho a Chavela Vargas, Noches de Boda. Estoy frente a la ventana, es una tarde gris, está por llover. Me gusta cuando llueve
Bitácora de este fin de semana, porque es lunes y no escribí nada.
Han sido días complicados, aunado a la pandemia y mi falta de trabajo. Mi padre está entubado en un hospital, y no sé nada de él, nuestra relación se fue diluyendo con el paso de los años. Así lo quisimos, tal vez nunca hubo una relación, no lo sé y no quiero pensar en eso ahora. Ahora suena una canción que no había escuchado, está muy perrona “El preso número nueve se llama” un corrido me parece que es… La noticia me llegó en un mensaje de whatsapp de mi madre, que decía: “Cómo estás hijo, yo un poco mal, tu papá está entubado” Él ya estaba jodido de los pulmones, desde hace años, fumó mucho en su juventud, y hace dos años lo hospitalizaron, le dio neumonía. Cuando empezó la pandemia pensé que si por alguna razón le daba covid se iba a poner grave, y así fue. Es triste pensar que alguien que quieres está inconsciente con un tubo que le atraviesa la garganta, pero por otro lado, estoy tranquilo, no he llorado, de momentos me pongo serio, no disfruto canciones alegres que antes sí, la tristeza se expresa de formas muy extrañas.
Estuve marcando a hospitales para que me dieran razón de él, pero es complicado porque aunque soy su hijo no me pudieron decir nada y no tengo contacto con su familia… Buscarlo complicaría mucho las cosas, prefiero esperar. Por otro lado trato de estar tranquilo, no pensar demasiado, descansar, me gusta estar solo, y hacer mis cosas.
Los números de los hospitales a los que marqué para que me dieran informes de mi padre.
5555833646
5557245900
23300 2301
5555832211
5555830626 23900
5557245900
23001
Están anotados aquí porque cuando marqué es el documento que tenía abierto.
Sinceramente no aun no sé qué pensar sobre el teatro y la virtualidad.
Extraño el mundo que tenía dónde las masas se conglomeran, no para ver mis obras, pero sí para ver espectáculos, me gustaba eso. Aún recuerdo el festival de artes escénicas del año pasado, estuvo vergas. En la película que grabé éramos 100 personas en medio del desierto, sin medios digitales, era muy feliz. No sé cómo hay actores que padecen trabajar, dar función, es como si la creación fuera un pretexto para llegar a algo… pero no nos desviemos. El teatro es presencia, es una peste que requiere el contacto para contagiarnos, una cosa es la tecnología y otra es el teatro, creo. Si queremos construir como lo hacíamos nos vamos a perder, es como si un ciclista después de muchos años de viajar en bicicleta de CDMX a Cuernavaca repentinamente se empezará a transportar en helicóptero: el destino es el mismo, pero el medio y la experiencia del viaje, no. Nuestro destino es la ficción, la generación de deseo , etc…pero nuestro medio y nuestra experiencia de viaje no. Tal vez dejen de existir las bicicletas y nuestro buen ciclista tendrá que empezar a descubrir cómo usar helicópteros para ir a Cuernavaca, cómo manejarlos, o de lo contrario dejar de ir a Cuernavaca por un tiempo.
Me gusta que aquellas personas que tenían secuestrado el teatro, imponiendo narrativas, discursos y estéticas por el momento están encerradas sin hacer nada, porque están pasmadas, no saben cómo reaccionar, qué hacer. El internet vino a despojarlos de su posición de autoridad, qué van a hacer nuestros amiguitos si ni siquiera pueden instalar tinder en sus celulares menos van a poder hacer un espectáculo virtual. ¿Cómo van a ejercer su poder? Me molesta que los influencers tienen más proyección que cualquier creador, mi amigo Jaime , el pintor ( que pinta muy pasado de vergas) a lo mucho tendrá 80 likes por su nueva creación, contra Bárbara de Regil que subió una foto en tanga y tiene 80 mil likes. Pienso muchas cosas, y ninguna aterriza, Chabela sigue cantando tal vez ya se habrá acabado una botella, no ha llovido.
Las cosas que me incomodan ahora y que tal vez antes no.
- Que me miren llorar
- Que sea aburrido
- Esta que no la escribo pero yo sé que es
- Me incomoda que me miren, que me juzguen, que descubran que no estoy concentrado que estoy siendo falso, que estoy buscando, que estoy perdido
- Mi apariencia
- A veces creo que las cosas que digo no importan
- Me incomoda que sepan quién fui, qué hice, mi pasado pues
- Que indaguen lo que estoy pensando
Sesión 18:12 hrs
Raúl- ¿Dónde estamos frente a la muerte?
Sobre mi cadáver se ejecuten mis deseos
No cederle los derechos de mi muerte a alguien más
El modo de mirar la muerte ¿Cómo la imagino?
¿Qué pasa cuando la intimidad se ve invadida por una cámara? ¿Puede potenciar el sentido de intimidad?
Dania- No espectador, Usuario
Design thinking
Raúl- Tipo de público particular. ¿Cómo aprovecharlo?
Tarea- Profundizar cosas que incomodan
– Espacios y objetos de la casa. Insistencia en hacer cruces entre nuestra vida y el personaje
Se van a hacer por drive. (Ahí tenemos que decidir por dónde vamos a salir)
Tenerlas ya el miércoles
-¿Qué tendría que tener esa bitácora?
Referencias de audio, video, etc
Una bitácora única, tiene que estar lista para el miércoles
Antes de Teatro UNAM del proceso (Individual y colectivo)
-Una bitácora de todo el proceso
Con Teatro UNAM
Raúl
En la mesa de la cocina, tomando café, escuchando las noticias en la radio y con un gato en las piernas
Bitácora iniciática
La muerte. Mi cadáver. El ente cuando llega el fin. ¿Qué pasa al morir? ¿Será posible ver tu cuerpo / cadáver mientras te desprendes hacia la estratosfera? Recordé INTO THE VOID (https://www.youtube.com/watch?v=_tG_b5zaT9Y). Por un tiempo, buscaba sentirme amenazado, en peligro. Y estas sensaciones las buscaba en el exterior, buscando a alguien que fuera el responsable de los temores, del pánico, del miedo. Siempre busqué las zonas rojas, lugares oscuros en esta ciudad y en otras. Esa sensación de morir lejos geográficamente se relaciona con esa sensación de morir lejos de mí, no ser una víctima, sino un espectador. Espectar la propia muerte. Quería probar los mismos riesgos y sensaciones que me atravesaban al caminar por San Antonio Tomatlán, o por Topacio, o por la calle de San Pablo en la Merced de la Ciudad de México; encontré lugares así en otras ciudades, en otros países. Los desconocidos se volvían conocidos y esa sensación de amenaza dejó de emanar peligro para dar paso al ambiente familiar. La familia. Aquella que se reúne en una esquina, o en la barra de una cantina, o en un callejón sin salida, aquella que te tira línea con una mirada, que te recoge sin conocerte, que te alberga, que te da una oportunidad para expresarte, para vivir, para conocerte. Noches que te abrazan y no te sueltan. O días soleados a lado de unas vías compartiendo pollo asado…
La muerte es más cercana de lo que parece. La siento a un lado. Sentada conmigo. Mirando lo que hago, escuchando lo que pienso. No soy la muerte, pero es mi compañera. Una frontera se dibuja entre nosotros. Una línea que podemos pisar, pero no atravesar. Esta sensación sobre los límites de la vida y la muerte es aquella que he buscado extender, explicar y compartir por medio de otros lenguajes. La imagen es un final de tiempo. Un tiempo que es atravesado por la violencia. Siempre.
La violencia interrumpe sin medir las consecuencias. Hemos crecido y aprendido a normalizar sus efectos, a verla como algo de todos los días. Ya sea porque la vivimos en casa o por el entorno que nos rodea. Es una cosa de todos los días. La violencia interrumpe tu día y es difícil regresar a lo que estabas haciendo. Es difícil centrarte y enfocarte en algo más que no sea ella misma. Es preferible normalizar su efecto. Vivir con ello, espectando las noticias de todos los días que giran a su alrededor. Así vemos miles de números que grafican muertos, enfermos, heridos… mejor anestesiarse. Es en ese momento anestésico en donde se ha colocado a la imagen. Un Impasse. Una manera de acercar la violencia tras la frontera de la imagen, alejando la realidad de ti, de tu cuerpo, de tus emociones.
Imágenes y violencia. Las imágenes se diluyen con el tiempo. La violencia va dejando marcas. La anestesia llega para tomar el control, para conquistar el imaginario sedado. Donde ya no se trata de realidad sino de las realidades. Donde ya no eres uno o una sino “unes”.
Dania
En el trabajo, están ocupando mi computadora
Perspectiva de la junta de ayer
Ayer me dio la sensación de que estamos estancados. Hablamos mucho, opinamos mucho, hay muchas ideas pero no las ejecutamos. ¿Cómo vamos a saber si funcionan si no las llevamos a la acción? Hoy por la mañana pensaba si quizás nos daba miedo el resultado final. A mí sí, pero creo que tiene que ver con los requerimientos que pide la UNAM. Creo que es momento de experimentar y de comenzar a crear. En este punto me pregunto cuál es mi papel. Antes de que sucediera esta producción lo tenía muy claro, pero ahora se desdibuja un poco y no sé cómo abordar la multimedia con las condiciones que se nos ofrecen. Quiero regresar al punto anterior de la bitácora con la metodología Design Thinking. La pregunta sigue siendo la misma. ¿Cómo vamos a empatizar? Lo puse sobre la mesa, ¿con la experiencia?
EMPATIZAR-DEFINIR-IDEAR-PROTOTIPAR-TESTEAR
Si siguiéramos la metodología, ya nos saltamos el primer paso, el segundo y el tercero lo estamos intentando hacer al mismo tiempo para saltarnos a prototipar.
Lista de las cosas que me incomodan del proceso que sugiere teatro UNAM:
Que lean mi bitácora personas que no deseo que la lean.
Que juzguen en general el proceso de una forma despectiva.
Que no alcancemos la expectativa Teatro UNAM.
Que la tecnología nos sabotee.
Que Teatro UNAM nos estanque en el proyecto que teníamos inicialmente planteado.
Patricia
En la sala de mi casa, en una mesa que da frente a una pared blanca
Reflexionar acerca de la muerte
¿Qué es la muerte? ¿Qué significa para mí?
Es una experiencia que me ha atravesado poco. La he experimentado con familiares, y con gente de mi edad. La más reciente fue la de una amiga que sufrió un accidente automovilístico. Era joven, la última vez que la vi, estaba sonriente.
La muerte es algo en lo que no me gusta pensar. Porque si lo pienso me sacude. A veces se me atraviesa como un pensamiento imprevisto, que me dice que yo también voy a morir. Y en un arrebato egoísta digo: para qué todo esto. Es un pensamiento existencialista que se abre ante la inutilidad de la vida misma: ¿para qué?
Somos seres frágiles que pueden morir en cualquier momento. Un virus que anda por ahí, puede matar a quienes tienen la vida más endeble que uno. Y pega directamente con la ley del más fuerte.
Perder a alguien… algo que puede suceder en cualquier momento. Llorar la pérdida de alguien y que venga la culpa por no haber estado con esa persona.
¿Pero no será que morimos a diario? Hablo de la muerte parcial, la muerte de células, la muerte de ideas, la muerte de sueños, la muerte de objetivos. Algo muere en mí, cada vez que pienso en la inutilidad de algo, de mí misma.
En este momento la vida peligra, estamos inmersos en un momento de demasiada precaución donde la vida está en riesgo, la vida de los otros.
El otro día, soñé con un cadáver. Era el cadáver de mi madre… cuando me acercaba a ella, empezaba a moverse. A surgir de entre la muerte. Pero algo se había perdido, algo estaba ajeno ya. En la lógica del sueño, donde todo es posible, los muertos vienen y hablan. ¿Será entonces la realidad del sueño un refugio entre vivos y muertos? un lugar donde estar y donde permanecer para no perecer.
Toño
Mi recámara, misma mesa, hoy si llueve, pero no hay Chavela
Saliendo del eje
-Tengo miedo
-¿De qué?
-De la obra, que no suceda, que nos vayamos por otros lados, que estamos debrayando mucho
– y ¿qué piensas?
-Que no salga, que no estamos actuando, ni construyendo personajes
-Pero qué importa
-Importa, porque necesito eso… los personajes son nuestra guía
-Tal vez no
-Yo sé, pero tengo miedo de que no estamos por el lado correcto
-Yo también. Sin embargo también está bien tener miedo
-Si, pero no caos
-El caos también, es importante el caos, el teatro nació en el caos, Dionisio es caos
-Yo lo sé, pero ya sé hacer las cosas, las he hecho por mucho tiempo, he trabajado y sé que los personajes tienen que ser nuestra luz, nuestra guía
-Podrías darte la oportunidad de probar otras cosas, yo sé que ya sabes hacer las cosas, y las vas a seguir haciendo toda tu vida, pero date esta oportunidad de hacer algo distinto a lo que ya sabes, no sabemos qué va a pasar con el mundo, menos con la obra, te prometo que va a ser una obra muy buena, cuando tengamos un espectador, pero mientras vamos a disfrutar este caos
Ayer me rapé, ya quería hacerlo, mi cabello se enredaba o se caía. Me gusta, el baño dura menos y no tengo que usar champú, con el mismo jabón con que me lavo el cuerpo. Se siente rico el agua en la cabeza y en la tarde sentí calor en la nuca.
Raúl
En la cocina, haciendo el desayuno
Para que no se nos olvide
“Woke up this morning blues around my head
No need to ask the reason why
Went to the kitchen and lit a cigarette
Blew my worries to the sky”
https://www.youtube.com/watch?v=kPhNC9ermgU
11:27
En el comedor de C.L.
Los días grises son los que más me gustan. Es la mejor manera de describir lo que en mi encierro personal (no el virtual ni el pandémico) siento. El proyecto expuesto detona la necesidad de sobrevivir a la extinción. Hoy es un día para definir la forma.
Seremos Otelos y Desdémonas.
O seremos alguien más.
Seremos un cadáver que se expone
Una imagen que se despliega
Una ilusión digital
Desapareceremos
Sin dejar rastros
más que huellas digitales
https://qodeinteractive.com/catalog/tetsuo/
Recorriendo la escena del crimen con el scroll del mouse.
Recorrer un mapa durante la navegación… escenas del crimen…. escenarios posibles…
cadáveres…. un cadáver exquisito que surge en un universo suspendido en la red.
Una página para que no se nos olvidé.
https://violenceisnotmyculture.com/
Dania
En el baño del trabajo y en la cocina limpiando
La culpa
El otro día soñé con mi abuela materna. Sentí que finalmente me despedí de ella. Soñé que me la encontraba en un lugar indefinido que era entre un supermercado y la calle. Me pedía que la paseara. A ella le gustaba salir a caminar, yo nunca la acompañé, lo hacía una prima. Caminamos tanto en el sueño que le decía que si no quería su silla. Cuando mi abuelita ya estaba en sus últimas, utilizaba silla de ruedas. En algún momento en el sueño le pedía perdón por haber estado tan ausente con los años. Me hubiese gustado decírselo. La última vez que la vi lloré, no soportaba la idea de verla así. Ella me dijo -No imaginabas verme así, ¿verdad? Al día siguiente murió. Hablo de la culpa porque ayer Paty decía que en su viaje lloró al imaginar que a su madre le decían que la habían asesinado. Yo también he pensado en ello y lo que siento es culpa. Dejar a mi madre vivir en una impotencia, en la injusticia, no lo soporto.
Toño
La misma ventana, no llueve pero el día ha estado gris, tampoco hoy hay Chavela Vargas
Tengo sueño, acabo de comer pasta y un guisado hecho con soja
Bitácora
AM (Antes de Meliá)
El tío nos convocó en medio de la pandemia para hacer este proyecto, tuvimos una junta con él y con la tía. Expuso el proyecto y me gustó mucho. En realidad hace varios años ya lo estaba pensando y me lo contó casi igual, la vez que grabamos unas escenas en su casa para un ejercicio de Dania. Ese día Paty se fue antes, no recuerdo la razón y yo me quedé con ellos comiendo hamburguesas de portobello y tomando cervezas. El proyecto se guardó durante casi un año y en esta ocasión nos reunimos en medio de esta pandemia, con el pretexto de la convocatoria de teatro la capilla, que cerraba a finales de julio. Pensar volver a trabajar con el mismo equipo me entusiasmo mucho, sumergirme en el laboratorio y experiencias escénicas de investigación. Pensábamos armar el proyecto para presentarlo en el año 2021 y tomarnos un buen rato de investigación, vernos una vez por semana e ir cocinándose lentamente. Raúl nos presentó el referente de Forensic Architecture que es un colectivo que trabaja sobre escenas de crímenes reales y desde dispositivos tecnológicos reconstruyen las escenas y dan su versión de los hechos. El objetivo de la obra era aproximarnos a lo que ellos proponen pero sobre la obra de Otelo, en particular la escena del asesinato de Desdémona, una reconstrucción de ese momento desde diferentes perspectivas. Empezamos trabajando sobre escritos, diferentes perspectivas de la escena, enfocado más a lo forense que a lo dramático. Mi proceso de escritura empezó desde el enfoque médico, le pregunté a mi amiga Alejandra que qué es lo que le pasa al cuerpo cuando te asesinan y te suicidas, hice una mirada forense y poco a poco me fui encaminando hacia lo lírico, el resultado fue un texto híbrido entre forense, rítmico y lleno de momentos poéticos. La tranquilidad de pensar que es una obra que se iba a estrenar en varios meses me tenía situado en una especie de estancamiento poético: sabía que íbamos a llegar a un lugar pero no teníamos prisa por hacerlo.
PM (Post Meliá)
La noticia fue mucha electricidad al proyecto. Nunca desees algo porque se puede hacer realidad. Yo estaba un poco deprimido la verdad, porque ningún proyecto artístico que planeaba sucedía. Entonces un día Paty nos dice que hay un proyecto con teatro UNAM y quiso meter este proyecto; Los pros: honorarios, fechas de estreno, plataforma, estar haciendo algo creativo en medio de este caos; Los contras: acelerar el proceso, que tal vez Raúl y Dania ya tenían apartadas estas fechas y esto los agarró por sorpresa, entender nuevos procesos de trabajo, planear en sistemas audiovisuales que no son el teatral (no sé si este es contra, creo que es pro). En fin, tuvimos junta con Meliá nos dio luz verde y ¡Ámonos!
Lo primero fue entender que el proyecto podría ser más grande y más complejo. La invitación a dar funciones virtuales era la entrada a un territorio que no había pensado explorar antes ¿Por qué el teatro virtual si existe el cine? Pensar en la virtualidad es pensar en territorios que no habíamos imaginado para este proyecto, como el anarquismo en el internet, lo fugaz, el movimiento de datos, qué es lo íntimo y lo privado en la era virtual y qué pasos está dando lo escénico. Sumergirnos a este proceso nos va a llevar por nuevos caminos y me gusta.
Patricia
Sentada frente a la ventana que da hacia la casa de los vecinos
Síntesis del proceso de trabajo realizado hasta ahora
Cadáver palabra
Empezamos un 10 de julio a hablar sobre una idea que rondaba en la cabeza de Raúl y Dania: adaptar Otelo desde una mirada forense.
Dado que estábamos en encierro, (y lo seguimos estando) creímos que era un buen momento para empezar a pensar tranquilamente en un proyecto.
El arriesgue del grupo fue descolocar la mirada que el autor propone, partiendo de la última imagen que ofrece con la muerte de Desdémona y el suicidio de Otelo. Raúl propuso partir de ahí, de esa última impresión para adoptar una mirada desde el punto de vista forense. Nos trajo un referente claro de cómo quería empezar a elaborar el proyecto, y empezamos a ver el material de Forensic Architecture. El trabajo de investigación que emplean ellos, es un punto de referencia que nos ayuda a elaborar un criterio para trazar la ruta de nuestro proyecto.
Y es que, aplicar otra técnica para crear hipótesis respecto a lo que sucedió con la tragedia de Shakespeare, servirá para que sea espejo de otras tragedias que suceden día a día en nuestro entorno social, atravesado cada vez más por la violencia.
Los días siguientes nos reunimos para compartir diversos ejercicios escritos. Algunos abordaban diversas hipótesis acerca de lo que le pudo haber ocurrido a Desdémona. Toño proponía la ficción como una “verdad histórica”, aquello que se sabe, aquello que se nos ha dicho. Pero ¿qué pasa si cuestionamos la verdad de Shakespeare, para revelar otros motivos que llevaron al asesinato de Desdémona por parte de Otelo?
Al hacerlo se abrieron otros imaginarios que develaban otras posibilidades. Pensar no sólo la muerte como el hecho en sí, sino atravesar el hecho desde la convención. Y es que en nuestras posibilidades para entender el hecho criminal, también es posible que den testimonio los muertos, o se devele algo al repetir como un loop el acontecimiento, o sólo enfocarnos en la acción de las manos que asesinan a Desdémona y después dan muerte a su propio agresor.
Hasta este punto, el juego con las posibilidades para abordar el hecho criminal, hacían que no sólo nos enfocáramos en la visión forense, sino también entretejer desde lo poético para encontrar otras formas.
Hemos llegado en conjunto, a conclusiones y otras cuestiones. Empezamos a visualizar el cómo, el por dónde, aunque sigamos investigando desde otras técnicas.
Finalmente dimos un giro en la creación del cadáver exquisito. Creamos un cadáver exquisito hecho por texto, imágenes, secuencia de imágenes y sonidos. En una sesión larga donde nos propusimos hacer rounds con distintas ordenes de participación. En un primer round que duró diez minutos, elaboramos un documento algo tímido. Luego fuimos agarrando ritmo, y había fragmentos que fluían en torno a distintos temas como la muerte, los sueños, lo femenino; pensamiento interno o súplicas a un dios.
Fue interesante la interacción por medio de Zoom y a través de un drive, quedó como consigna final releer el documento hecho.
Más tarde el mismo día
Reuniones con Teatro UNAM para realizar el proyecto Cadáver Palabra
La invitación por parte de Teatro UNAM llegó en un momento inesperado. En primer lugar, hubo que reestructurar la dirección del proyecto para enfocarnos en la logística del mismo y repensarlo desde la propuesta de Teatro UNAM: exponer el proceso creativo a público.
Todos nos cuestionamos sobre cómo podíamos hacer eso, ya que los procesos creativos suelen ser celosos en ese aspecto. El público acude al evento hasta que ya está terminado, antes sería violentarlo, o modificarlo en torno a la mirada. Pero el reto está ahí, abrir el armado del proceso para que el público conozca qué es lo que se hace. Evidentemente, llegamos a la conclusión de que no todo sería expuesto, pero al menos sí un gran porcentaje del mismo. Eso nos puso a pensar sobre las implicaciones, ¿qué sentiríamos si alguien ve cómo se hace algo? Pensamos en la vulnerabilidad a la que nos somete la idea, esa vulnerabilidad de pensar que nos expondremos a los comentarios del público, al ojo de quien sea testigo de ello.
En una primera junta con Juan Meliá y Alicia Martínez, Raúl y yo planteamos el proyecto que decidimos nombrar Cadáver Palabra, expusimos los objetivos del mismo y las sugerencias de las salidas a público. Juan nos mostró a su vez los objetivos de lo que él llamó “proceso expuesto”; Alicia armó otro documento, con las mismas consignas, llamado “vitrina escénica”. Siguieron los mismos puntos sobre el armado de un proyecto de manera presencial y con base a eso fuimos modificando algunos puntos y sobre todo las salidas a público.
Hay algo importante a resaltar en estas juntas que se han tenido hasta ahora, y es que nunca me había topado con el nivel de involucramiento con el que está el equipo de Teatro UNAM, es una colaboración muy enriquecida en muchos sentidos. Tanto de nuestro lado como del suyo hay flexibilidad y diálogos interesantes para armar algo en una plataforma desconocida para todos.
Juan planteó la necesidad de adentrarnos a esta forma de trabajar por ahora, y de explorar este terreno virtual que se ha vuelto cada vez más necesarios para seguir teniendo contacto con el mundo exterior. El objetivo de todos es armar un proyecto (llámese experiencia tecnovivial o arte vivo grabado), que pueda ser mostrado de modo virtual, pero previo a eso, abrir el proceso del armado al público.
Y es que estamos en un momento donde el convivio que ofrece el teatro, ha tenido que ser cancelado por la pandemia. La manera de resistir de la comunidad teatral es encontrando nuevas formas de crear aún desde la virtualidad. En lo personal ha sido un reto, no sé a qué me enfrento. Antes de aceptar participar en un proyecto como este, no hubiera imaginado hacerlo, me resistía. Tal vez mis miedos van de la mano de ese desconocimiento. Y es que no sabemos a qué nos enfrentamos, pero sí sabemos que las ganas de hacerlo están ahí, las ganas de comunicarle algo al espectador (que ahora hemos decidido llamarlo usuario) están ahí.